Borrar
Torralba y Francisco Aznar, ambos del PSOE, ante la salida de la canalización en la dársena.
Un vertido de agua sucia llena de malos olores la dársena de botes

Un vertido de agua sucia llena de malos olores la dársena de botes

La acumulación de grasas y aceites en el alcantarillado atasca un pozo de bombeo en la calle Mayor y provoca el desbordamiento

Eduardo Ribelles

Miércoles, 23 de julio 2014, 01:27

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Una lengua de un fluido viscoso, de tono entre ocre y gris, salió durante toda la mañana y las primeras horas de la tarde de ayer del colector que va a parar a la dársena de botes desde la Plaza de Héroes de Cavite. La exposición al sol del vertido de aguas sucias convirtió el cantil del muelle, junto a la lámina de agua que separa el Museo Naval y el antiguo club de regatas, en una zona en la que no se podía estar más de diez minutos sin sentir nauseas. La empresa que se ocupa del mantenimiento del alcantarillado, Hidrogea, recibió el aviso y aseguró que había desatascado un pozo bloqueado, con lo que la salida de porquería no podía durar mucho.

«Esto lleva así días y días», aseguró el concejal del PSOE, Juan Pedro Torralba, quien ayer se acercó hasta la Autoridad Portuaria para comunicar el incidente. También llamó a la Policía Local y al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil. Los agentes que trabajan pera el Ayuntamiento avisaron al departamento municipal de Medio Ambiente y éste, a Hidrogea.

«Todo se ha debido al atasco por los vertidos de grasas o aceites en un pozo de bombeo de la calle Mayor, que ha dejado de funcionar y ha causado la salida de agua fecal», informó una portavoz de la empresa. «Un grupo de operarios con un surtidor han procedido a insuflar una corriente de gas y han desatascado ese punto del sistema», añadió.

Los agentes de la Guardia Civil habían llegado un poco antes para hacer su propia inspección y levantar acta del suceso.

Diez metros de mancha

A las tres de la tarde, con el sol pegando fuerte desde lo alto, la lengua de aguas grisáceas seguía entrando en la dársena, sin confundirse con el mar hasta una distancia de diez metros. El olor era parecido al que desprende las aguas fecales mezcladas con una especie de desinfectante o detergente.

El equipo de operarios que había limpiado la canalización procedente de la calle Mayor, inspeccionó la salida de aguas a la dársena y volvió a revisar las tapas de registro para asegurarse de que no persistía un problema que también causó malos olores en la calle Mayor.

Torralba indicó que esta zona del Muelle se ha quedado muy depauperada. «Los vertidos son la gota que ha colmado el vaso. Porque esta dársena, después de ser reformada está sufriendo un progresivo deterioro», apuntó. Señaló como ejemplo la suciedad que se acumula en la parte de la dársena que está más próxima al límite con el recinto del Arsenal. «Es posible que incluso hayan entrado dentro los indigentes a dormir. Y se ha llenado todo de desperdicios», apuntó.

Sin embargo, una lancha limpiadora navega a diario por las aguas portuarias, retirando con un cesto la basura y cualquier objeto flotante. También tiene capacidad para disolver manchas como la detectada ayer junto a la Cola de Ballena.

Los vecinos de Santa Lucía también mantienen sus quejas sobre la salida de otro cauce, en este caso una rambla natural encauzada hasta la dársena de Santiago. Allí se acumulan los restos del adoquinado desprendido, los de una vieja barca de pesca y la maleza que ha crecido, estancando las aguas. En este caso la competencia es objeto de discusión entre el Ayuntamiento, la Confederación Hidrográfica del Segura y el la Autoridad Portuaria.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios