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Clientes, sentados en la terraza de un bar de la Plaza del Ayuntamiento. :: antonio gil / agm
Un plan municipal será más estricto con las nuevas terrazas hosteleras del casco antiguo

Un plan municipal será más estricto con las nuevas terrazas hosteleras del casco antiguo

Los modelos de toldo, sombrilla, velador, sillas y mesas tendrán que amoldarse más al patrimonio con el que conviven en el centro

EDUARDO RIBELLES

Lunes, 7 de julio 2014, 13:22

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«¡Eh!, ¡oye! Ni se te ocurra pedir ahora permiso para reformar la terraza de tu bar. Se avecina una cambio de los elementos de las de todos los establecimientos de hostelería que se instalen que te puede suponer variar tus planes en poco tiempo», le espetó un técnico municipal cualificado al propietario de un establecimiento del ramo de la hostelería que tenía pensado hacer una inversión considerable. La razón de ese aviso en confianza es que el Ayuntamiento prepara una modificación de los criterios estéticos que actualmente regulan los elementos de las terrazas, para ponerla en vigor a finales del presente año.

Todo lo que distingue a un establecimiento de este sector de otro, en un primer vistazo, será objeto de regulación. Se mirarán con lupa desde los tejidos, los colores y los anclajes de las sombrillas; hasta la altura, los materiales y la fisonomía de los veladores. También el tipo de maceteros y, por supuesto, la forma y las hechuras de las sillas y las mesas quedará regulado por nuevos criterios ornamentales. La entrada en vigor de la norma está limitada, en principio, al casco histórico.

El concejal de Comercio y Vía Pública, Mariano García, admitió que durante lo que va de primavera ha reunido en varias ocasiones a sus técnicos de ambas áreas para darle impulso a «un proyecto que está todavía en un punto muy embrionario, pero en el que tenemos muy clara la dirección a seguir. Hay que hacer más homogéneas todavía todas las piezas que conforman el atractivo del centro de la ciudad». «El casco histórico es nuestro principal argumento para atraer visitantes y, cada vez más, el lugar en el que los ciudadanos que viven aquí disfrutan de su ocio. Y eso hay que mimarlo», añadió.

Más respeto al patrimonio

En la tormenta de ideas de los primeros encuentros entre los técnicos y los políticos hay determinados asuntos que han quedado claro. Los rótulos y otros elementos que anuncian los establecimientos tienen que ser cada vez más respetuosos con el conjunto histórico en el que se encuentran.

Las sombrillas tendrán que seguir una guía con los colores ocres, terrosos, similares a los de la piedra natural y el tabaire, propios de las fachadas y los interiores de los principales inmuebles catalogados que hay a su alrededor. La publicidad vuelve a quedar desterrada y no pueden figurar en ninguno de los elementos.

El modelo que se estudia para los veladores ha sido tomado de una conocido establecimiento cercano al Palacio Consistorial. «Nos gusta porque combina el cristal desde una determinada altura no muy lejana al suelo con una estructura elegante», explicó Mariano García. El objetivo es que 'los árboles dejen ver el bosque', es decir, que todos estos elementos en lugar de sobrecargar la calles se conviertan en un complemento.

«La guía es y seguirá siendo lo que marca el Plan Especial de Ordenación y Protección (PEOP) para todo el casco histórico», según explicó el concejal.

Algunas de las directrices referidas a las terrazas están incluidas en la ordenanza de veladores que se encuentra en vigor. Sin embargo hay elementos que no se contemplan, según admitió García. «El tipo de vegetación no se ha considerado nunca de manera exhaustiva, tampoco los maceteros para plantas y flores. Todo eso estará también en la nueva normativa», añadió.

La ordenación de las terrazas ocupa un apartado importante pero limitado dentro de la normativa de uso de la vía pública. «Nosotros somos los primeros que están impacientes por sacar adelante estas y otras medidas que son muy importantes para la ciudad», aseveró el edil.

La 'superordenanza', sobrenombre con el que fue bautizada por el propio Gobierno local estaba en boca de todos durante el último semestre del año pasado. Pero la lenta tramitación de la nueva normativa estatal sobre seguridad ciudadana y la legislación sobre seguridad privada han obligado a echar el freno.

«Queremos tratarlo todo como un bloque. Y no podemos arriesgarnos a aprobar algo que luego venga contemplado de otra manera en la norma estatal: me refiero al tema de la prostitución, al del botelleo y, en general, a todo lo que tiene que ver con el orden público. Ahí nuestras competencias son limitadas y actuamos siempre a la sombra de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que son los que las tienen», explicó García.

La normativa regulará también otros aspectos como el ruido en la vía pública, su ocupación temporal para manifestaciones festivas, obras mudanzas, etcétera, y las autorizaciones para la colocación de carteles y otros elementos publicitarios en las paredes y en las vallas de solares que den a la calle.

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