La Policía interroga al líder vecinal y ve una posible falta de amenazas a Barreiro

La Policía Nacional encontró ayer indicios de la posible comisión de una falta de amenazas a la alcaldesa, Pilar Barreiro, por parte del presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena y Comarca, Leandro Sánchez. Éste escribió la semana pasada en la red social Facebook que aquélla «se va a cagar» con la movilización ciudadana organizada contra su plan de trasladar la estación de trenes desde la Avenida de América al centro comercial Mandarache, y por calificarla de «déspota» y augurar que «a cada cerdo le llega su san Martín».

Agentes especializados tomaron declaración por la mañana a Sánchez en la Comisaría, en calidad de imputado, y, según fuentes conocedoras de la investigación, mantuvieron su calificación provisional sobre el posible alcance penal de los hechos.

La Policía Nacional trasladará hoy al juzgado de guardia las diligencias practicadas a raíz de la denuncia que interpuso el jueves la alcaldesa. El magistrado analizará ahora las palabras del líder ciudadano y el informe policial, y tras escuchar el dictamen de la Fiscalía tomará una determinación. Podrá archivar la causa o de proseguir la instrucción por una presunta falta o, en su caso, por un delito. En estos dos últimos casos, Sánchez se enfrentaría a un juicio.

«He declarado mi inocencia, porque no era mi intención amenazar ni ofender a nadie. Estoy muy tranquilo, porque no he cometido ningún delito, y confío en que todo esto se quedará en nada», dijo el representante vecinal a 'La Verdad'.

A las puertas de Comisaría le esperaban para arroparle varios delegados de su colectivo, entre ellos el presidente de la Asociación de Vecinos del Sector Estación, Fulgencio Sánchez, y el vocal de Sanidad y padre del presidente de la federación, Luis Sánchez Pina.

El denunciado, que acudió con su abogado, Juan Francisco Pérez Avilés, testificó que hizo sus comentarios «desde el ámbito privado de su página personal de internet», y no en la de la Federación.

Sánchez señaló asimismo que lo hizo «en un contexto de debate político» y como «reacción» a lo que consideró una muestra de «prepotencia» de la alcaldesa por asegurar que el cambio de ubicación de la estación era una medida «absolutamente definitiva» a pesar de la oposición política y vecinal. «Soy consciente de que utilicé expresiones desafortunadas. Pedí disculpas y borré mis comentarios. Pero usé expresiones populares sin ánimo de ir contra nadie por encima de la ley, y me reafirmo en que la forma de gobernar de Barreiro es terrible, porque desprecia a miles de ciudadanos al no aceptar siquiera el diálogo para buscar un acuerdo».

Los agentes preguntaron a Sánchez si conocía algo en relación con que un hombre habría aporreado la puerta de la casa de Barreiro, según dijo ésta a la Policía a la vez que denunció lo relativo a internet. Según contó el líder vecinal, su respuesta fue que se enteró «por la prensa», que lo ocurrido es «reprobable» y que la alcaldesa «hizo muy bien en denunciarlo».

Sobre la denuncia de Barreiro a él mismo, Sánchez la calificó de «despropósito y cortina de humo para desviar la atención sobre la gestión» de ella. Además, la enmarcó en la «persecución a la Federación desde el poder», por campañas como la de defensa del Hospital del Rosell. Citó la reducción de la subvención municipal y que Barreiro le niega el saludo a él en los actos oficiales.

En un acto junto al presidente local del PP, Francisco Celdrán, en la Cofradía de Pescadores y con motivo de las elecciones europeas, la alcaldesa manifestó que se vio en la obligación de denunciar y que no presentó una querella porque no es quién para «calificar los hechos».

«No me siento amenazada»

Acerca de si se siente amenazada, dijo: «No, para nada. Me siento muy bien. Voy por la calle y la gente me saluda. Pero yo he entendido que la Policía debía tener conocimiento de estos hechos». Y concluyó: «No tengo nada más que decir sobre el asunto. He hecho lo que tenía que hacer. No le demos más pábulo a esto».