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Un nutrido grupo de peregrinos, accediendo a la explanada de la basílica el Jueves Santo.
Semana de pasión... jubilar

Semana de pasión... jubilar

La ciudad recibe estos días a cientos de peregrinos que aprovechan sus vacaciones para sellar su 'caravaquensis'

JUAN F. ROBLES

Domingo, 16 de abril 2017, 00:53

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Familias enteras y grupos de amigos de distintos lugares de España están aprovechando este paréntesis vacacional para realizar una peregrinación a pie o en bicicleta hasta Caravaca de la Cruz. El Jueves Santo, por ejemplo, coincidieron en la basílica caravaqueña familias que han llegado andando, unos desde Cortes de Baza, en Granada; y otros, desde Orihuela. Cada vez es más frecuente encontrar grupos de andariegos que dirigen sus pasos hacia la Cruz de Caravaca. Sus caras reflejan una intensa alegría por la llegada aunque, en ocasiones, sus cuerpos no pueden esconder el esfuerzo realizado.

El calor y la falta de lugares donde descansar en el último tramo del camino se olvidan cuando se aproximan a la muralla que rodea la basílica. Es el caso de Mirian León y Alejandro Baena, que tras seis largas etapas llegaron a Caravaca desde una pequeña localidad próxima a Cortes de Baza, donde residen. En total, 128 kilómetros atravesando tierras andaluzas y murcianas; bien por senderos o por carretera, que por esta zona no está aún marcado y señalizado el recorrido que pueden hacer los que deciden llegar andando.

Una parte de la familia Baquero Marín decidió salir desde la pedanía de Barranda, siguiendo el trazado del Camino Viejo. «Esto es un aperitivo. En el mes de agosto pensamos hacer el camino con el resto de la familia. Somos medio centenar, aproximadamente», hacía cuentas uno de estos 'expedicionarios' que caminaba justo detrás de una pareja de Tenerife, Francisco Melián y Ana Aranzazu, que se decidieron por su parte acometer el Camino de Levante, desde Orihuela. «Hemos hecho otros caminos, como el de Santiago y el de Santo Toribio, y ahora nos habíamos decidido a hacer el de Caravaca», detallan. «Estamos muy contentos; al principio teníamos dudas porque no teníamos mucha información, aunque esas dudas se han convertido en alegrías».

Barcelona-Caravaca

Otro grupo de peregrinos, la familia Martínez-Biel, viven en Barcelona y también se decantaron por el Camino de Levante. «Contentos por la llegada a la Vera Cruz», tras adorar la Sagrada Reliquia, aseguraban que «hay muchas cosas que mejorar en este trayecto, lugares donde descansar, más sombras, que en Murcia hace calor» y que estén «abiertas las iglesias para poder sellar la credencial del peregrino». Pese a todo, su experiencia ha resultado ser positiva y no descartan «volver a realizarla».

Estos días pueden encontrarse en el entorno de la basílica muchos grupos de fuera de la Región, pero aún más de familias murcianas como la que esta semana también llegó desde Abanilla: Pili, Mariana y Ginés, por ejemplo, estaban visiblemente emocionados al llegar a la explanada. Al igual que el resto de peregrinos andariegos, recibirían la 'caravaquensis' que certicificaba su proeza. En el acto jubilar del Jueves Santo, celebrado en la basílica, participaron unas 400 personas en una jornada para la que apenas había grupos inscritos.

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