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JUAN F. ROBLES
Lunes, 10 de abril 2017, 01:09
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Como un peregrino más, el cardenal Antonio María Rouco visitó ayer la basílica de la Vera Cruz para ganar las indulgencias del Jubileo. El arzobispo emérito de Madrid pregonó en la noche del sábado el XXV aniversario del 'Gallo de Oro', de la Hermandad de San Pedro Apóstol y Santísimo Cristo de la Esperanza de Alcantarilla, y ayer regresó a Caravaca para cumplir con la promesa realizada a la Cofradía durante la Apertura de la Etapa Preparatoria, que presidió en enero del año pasado.
A su llegada a la explanada, fue recibido por el rector de la basílica, Emilio Sánchez, y por la hermana mayor de la Cofradía de la Vera Cruz, Elisa Giménez-Girón. Rouco se dirigió a un grupo de voluntarios del Jubileo y departió durante algunos minutos con los más jóvenes, a quienes hizo un pequeño regalo y animó a seguir colaborando en la ayuda a los peregrinos. También saludó a un grupo de peregrinos de Las Torres de Cotillas, que llegaron a Caravaca tras realizar, en ocho etapas, el camino.
Antes de iniciar la misa, se bendijeron los ramos de olivo y se realizó una pequeña procesión en el interior de la basílica. El cardenal presidió la celebración, en la que participaron grupos de toda España. Rouco trasladó los recuerdos del Papa Emérito Benedicto XVI, a quien ha visitado recientemente y con quien recordó su visita a Caravaca de la Cruz en diciembre del año 2002.
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