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Miércoles, 13 de septiembre 2017, 08:00
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El voto favorable del PP en la Asamblea Regional para acabar con el privilegio de los políticos aforados, se transformó ayer tarde en la abstención del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados. Pese a este cambio de criterio, la reforma del Estatuto de Autonomía de Murcia que elimina esta figura en el territorio regional fue admitida a trámite por la Cámara Baja con 189 votos a favor del PSOE, Podemos, Ciudadanos y otros grupos; mientras que el PP se abstuvo, junto con PNV, ERC y PDeCAT (149 votos). Solo hubo un rechazo, al parecer del PP. La política murciana marcó ayer un hito nacional con esta reforma, a la que todavía le queda una larga tramitación, y posibles cambios, en el Congreso y el Senado, que deben convalidarla.
Los populares murcianos votaron meses atrás a favor de acabar con los aforados como moneda de cambio para que Ciudadanos se abstuviera en la investidura de López Miras como presidente. Sin embargo, Génova echó el freno y les enmendó ayer la plana retirando su apoyo a la reforma, indicando que se tratará el asunto en la Subcomisión de Justicia.
Joaquín López, diputado regional del PSOE
María González Veracruz, diputada nacional del PSOE
Víctor Manuel Martínez, portavoz regional del Grupo Popular
Miguel Sánchez, portavoz regional del Grupo Ciudadanos
El diputado por Murcia Francisco Bernabé rechazó que la supresión de los aforamientos vaya a ser el «maná redentor que todo lo soluciona» y se mostró escéptico con que eliminar 55 aforados en Murcia sea una medida eficaz para combatir la corrupción. El argumento principal es que no puede existir distinto rasero en cada comunidad autónoma. «Somos partidarios de que se limiten los aforamientos, pero esto no puede ser una trágala en el que cada autonomía diga una cosa», señaló el portavoz popular, Víctor Manuel Martínez. A su juicio, hay que abrir un debate nacional para que en todos los territorios se actúe por igual. Puso como ejemplo los estatutos de Canarias y la Comunidad Valenciana. Negó que hayan engañado a Ciudadanos con tal de que López Miras fuera presidente regional, y dijo que el voto a favor en la Asamblea estaba «condicionado» por la situación del momento, como era el relevo de Pedro Antonio Sánchez. Este último también salió ayer a colación en el debate del Congreso. Espera que Ciudadanos no tome represalias contra el PP. «Ya argumentamos nuestra posición al respecto». Añadió que Murcia ha perdido la ocasión histórica de llevar al Congreso sus «problemas reales». López Miras se pronunció ayer en el mismo sentido.
La reforma del Estatuto fue defendida por Joaquín López (PSOE) y Miguel Sánchez (Ciudadanos). Este último expresó su satisfacción porque la iniciativa ha superado el trámite para su toma en consideración. Manifestó que el PP no ha engañado a Ciudadanos, sino a los murcianos, a los que tendrá que rendir cuentas en su momento. «El PP se ha saltado el mandato inequívoco de la Asamblea Regional, de la casa de todos los murcianos, para acabar con los aforados. Se ha vuelto a retratar y se ha arrastrado ante los pies de la corrupción. Lo que está en juego no es baladí, ya que el parlamento murciano se ha convertido en la punta de lanza y somos la primera comunidad que legisla para eliminar los aforamientos de los políticos ante la justicia».
El 'cambio de tercio' de los populares no les pasará factura en forma de represalias, al menos en lo que atañe a López Miras, que accedió a la presidencia con la abstención de Ciudadanos, a cambio de esta reforma legal y de que se cumplieran sus enmiendas. «No tomamos decisiones en caliente», manifestó Sánchez. «No vamos a hacer nada que afecte a la estabilidad de la Región de Murcia, por mucho que algunos quieran hacer ver otra cosa». No obstante, subrayó que el Gobierno regional tiene en estos momentos «un no rotundo» a los Presupuestos de la Comunidad del año que viene, hasta que no cumpla con las enmiendas que propuso la formación naranja.
Para el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta, el número de aforados en España, más de 12.000, «no tiene parangón» con los países de nuestro entorno, al tiempo que apuntó que se ha convertido en un «obstáculo» para la correcta actuación judicial.
A su juicio, mantener los aforamientos es un «autentico disparate» y «casa muy mal» con «los vientos de regeneración que han llegado a este país». Recordó al PP los compromisos acordados para sacar adelante la investidura del presidente Rajoy, informa EP.
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