La cabecera del Tajo supera los 400 hm3 y abre la puerta al Trasvase

Los regantes del Trasvase apuntaron días atrás que los desembalses se reanudarán en abril debido al ritmo de entrada de agua en los embalses de Entrepeñas y Buendía. Las previsiones apuntan a que las aportaciones crecerán unos 100 hectómetros más con la nieve que ha caído en las provincias de Cuenca y Guadalajara. El desembalse -un máximo de 20 hectómetros al mes- lo tendrá que autorizar en última instancia la ministra de Agricultura a través de una orden en el BOE.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, manifestó ayer por la mañana que tiene «claro» que el Gobierno está esperando la Semana Santa para trasvasar a la Comunidad Valenciana y a la Región de Murcia las «primeras cuatro gotas» que estén por encima de los 400 hectómetros en la cabecera del Tajo. «Entiendo las necesidades del Levante y me quiero poner en el lugar de todos los que quieren agua, pero también pido que en el Levante se tenga en cuenta la sobreexplotación que ha tenido permanentemente el Tajo solo porque Franco impuso, cuando no se podía nadie manifestar en contra, el único trasvase que hay en España», añadió. A su juicio, todos los trasvases que se han planteado en la etapa democrática «han acabado en nada», que es lo que hubiera sucedido con el Tajo-Segura «si se hubiera planteado en libertad».

El presidente castellano-manchego indicó que este viejo debate ya se ha sobrepasado con una «realidad científica», las desaladoras que se han construido y están paradas cuando «podrían estar dando un agua que evitaría tener que quitársela a otros muchos municipios que la necesitan en Castilla-La Mancha». García-Page recalcó que «resulta realmente increíble que toda la obsesión de una parte de España sea ver hasta dónde se recarga un pantano» al tiempo que las desaladoras están paradas o apenas al 30 por ciento de su uso. Criticó que se siga queriendo «esquilmar», y razonó que el problema se solucionaría si todos los partidos políticos se comprometen a cumplir la normativa europea. Dijo que ha mantenido conversaciones en el seno del PSOE y con la ministra, y afirmó que no quiere poner una fecha al fin del trasvase Tajo-Segura «para facilitar un acuerdo». «Lo razonable» es que el trasvase sea «la solución in extremis», y no la solución «ordinaria».