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Juan Manuel Bonilla. Alfonso Durán / AGM
«Una bola de fuego es un buen ejemplo de un incendio que no se puede apagar»

«Una bola de fuego es un buen ejemplo de un incendio que no se puede apagar»

Juan Manuel Bonilla Martínez. Ingeniero químico

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Domingo, 28 de enero 2018, 11:01

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Juan Manuel Bonilla Martínez es ingeniero químico y acaba de publicar una curiosa tesis. Curiosa, al menos, para los profanos en la materia, porque a él se le ha antojado un trabajo arduo y complicado, cual corresponde a todo doctorado que se precie. Su obra, defendida con el máxima distinción en la Politécnica de Cataluña, se titula 'Contribución al desarrollo de configuración de bolas de fuego con presencia de obstáculos'. Título que podría leerse: cómo se comporta una bola de fuego y qué barreras pueden mitigar sus efectos. Para ello ha sido necesario desarrollar modelos a través de casi interminables cálculos matemáticos. Pero ha merecido la pena.

-¿Por qué decidió investigar las llamadas bolas de fuego?

-La bola de fuego es un tema de gran interés en el ámbito del riesgo tecnológico. Es uno de los accidentes más catastróficos que pueden ocurrir. En los Alfaques murieron 243 personas por este fenómeno. Siguen produciéndose accidentes y es necesario reducir los efectos de sus consecuencias.

-¿Cuándo suelen producirse y cuáles son sus efectos?

-Se producen bajo diversas hipótesis accidentales, principalmente en la industria química y en el transporte de determinadas mercancías peligrosas. Su principal efecto es la emisión de una intensa radiación térmica, capaz de causar daños letales a personas situadas a una distancia significativa.

-¿Es una materia que esté bien investigada en la actualidad?

-Existen diversos modelos al respecto, pero es necesaria mayor investigación experimental a gran escala. En esta tesis se han desarrollado modelos estáticos y dinámicos de bola de fuego considerando el efecto sombra que proporciona una barrera física, para todas las geometrías de interés práctico. Es una solución universal.

-Propone la creación de barreras protectoras, ¿con qué objetivo y en qué consisten?

-El fin último de esta tesis es la protección de personas mediante el diseño de espacios más seguros. La implantación de barreras físicas en núcleos poblados reduce la radiación térmica a niveles tolerables en el entorno de almacenamientos o transporte de sustancias inflamables.

-¿Qué fuegos son en su opinión los más difíciles de apagar?

-Una bola de fuego es un buen ejemplo de un incendio que no se puede apagar en la práctica, por una cuestión de escala. Incendios en sótanos, edificios de gran altura, materias pirofóricas, autorreactivas o aquellas que reaccionan con el agua. Almacenamientos de sólidos inflamables.

-¿Qué es lo que más le ha costado mientras redactaba la tesis?

-Posiblemente la lucha interna. He pasado por momentos de desaliento. Compatibilizar familia, trabajo y tesis ha sido duro. Sin embargo, ahora soy más resiliente. Por otro lado, la tesis ha sido compleja desde el punto de vista matemático.

-¿A quién o a quiénes dedica este trabajo?

-A mis padres, de los que estoy muy orgulloso porque han sido el mejor modelo del valor del esfuerzo. Y a mi mujer, sin la que no podría haber sacado adelante este bonito propósito, por su apoyo y por las facilidades que me ha dado.

-¿Sabe la ciudadanía, en general, cómo actuar cuando sucede un fuego inesperado?

-Se dispone de mayor información, aspecto que ha mejorado al igual que la normativa, materiales de construcción e instalaciones de protección contra incendios. Faltando formación reglada, los ciudadanos conocen lo esencial, pero faltan muchos detalles. En España existe poca cultura de protección civil.

-¿Habría que impulsar la educación sobre esta cuestión en las escuelas?

-Sí. En general, es necesaria educación sobre emergencias, prevención de riesgos, autoprotección y protección civil, así los niños de hoy podrán salvar vidas mañana. Esta formación debe estar regulada a nivel nacional. También otros colectivos necesitan formación, como las personas mayores.

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