BBVA prevé que se creen en la Región 30.000 empleos entre 2018 y 2019

Esta evolución positiva se explica, principalmente, por el impulso de las exportaciones de bienes, así como por el avance del sector turístico, lo que ha posibilitado una fuerte recuperación del mercado laboral, que fue el más dinámico del país.

La tasa de paro se situaría en 2019 en un 15,6%, cerca de 8 puntos porcentuales por encima del nivel anterior a la crisis. En cuanto a 2018, los primeros datos disponibles apuntan a que el PIB regional subirá un 0,9% en el primer trimestre, dos décimas por encima del conjunto nacional, y un 0,7% en el segundo trimestre. De cumplirse este escenario, se completarían seis años con un promedio de crecimiento anual del 3,5%.

Sin embargo, tal como alertó Cardoso, «la recuperación del empleo no se está produciendo por igual en todas las zonas de la Región», ya que mientras que el entorno urbano de la ciudad de Murcia prácticamente ya ha recuperado los niveles de afiliación a la Seguridad Social de comienzos de 2008, las áreas urbanas no capitalinas -Cartagena, Lorca y núcleos de la costa-, así como otras zonas más rurales se encuentran todavía por debajo de dicho nivel.

En cuanto a los salarios, para favorecer su crecimiento se requieren nuevas medidas que incrementen la productividad media, puesto que aunque esta evoluciona mejor que en otras regiones españolas y europeas comparables, hay un importante margen de mejora. Por ello, urgen iniciativas que atiendan el problema especial del desempleo entre los jóvenes y los parados de larga duración.

Desde BBVA concluyen que aunque se hayan superado ya los niveles del PIB per cápita y absoluto previos a la crisis, el empleo en territorio murciano se encuentra todavía por debajo del máximo alcanzado en la anterior época expansiva. Por ello, advierte de que se debe seguir incidiendo en políticas activas que reduzcan la tasa de paro, la temporalidad y la precariedad laboral. Además, es necesario que los incrementos de costes laborales vayan acompañados de ganancias en productividad que permitan mantener la competitividad.

En el informe se constata que la Región elevó tanto el gasto público como la inversión en 2017. Además, la política monetaria del entorno continuará siendo expansiva durante este bienio y se prevé que se mantengan los tipos de interés bajos, lo que serán factores favorables, que compensarán el posible ajuste fiscal.

Aún así, el progresivo agotamiento de algunos factores que empujaron el gasto de las familias en los últimos años, ha conducido a una desaceleración del gasto en los hogares, algo mayor que en el conjunto de España. Incluso, se apunta a los riegos por la incidencia de un menor impulso por parte de la demanda privada, el aumento de los precios del petróleo y el agotamiento en el recorrido a la baja de los tipos de interés. Esto afectaría al consumo, que podría comenzar a ralentizarse. Por último, la incertidumbre relacionada con el entorno político en Cataluña afecta negativamente a la Región, ya que una contracción del PIB catalán podría restar entre tres y cuatro décimas al crecimiento del PIB murciano en 2018. No obstante, siempre se trataría de un impacto limitado.