Revientan otros 45 trasteros con las bicicletas como botín

Hace unos días, en la madrugada de San Valentín, los amigos de lo ajeno reventaban una treintena de bombines de las cerraduras de los trasteros ubicados en dos edificios de Alhama, en concreto en la calle Librilla. El botín de mayor valor fue una bicicleta de alta gama que sustrajeron del edificio ubicado junto a la avenida Antonio Fuertes, saliendo en dirección a Murcia. Del mismo modo, en la madrugada de ayer, de nuevo los cacos ejecutaron una maniobra similar en un edificio de la misma zona, en la avenida de Los Deportes, pero, en esta ocasión, accedieron al parking ubicado en el sótano, donde también se encuentran los trasteros del edificio Pablo Neruda. Un nuevo episodio en el que desvalijaron 45 trasteros. Aunque algunos, con cerradura de seguridad, no lograron abrirlos.

Cerraduras de alta seguridad

«Se han llevado de todo, pero se han cebado con las bicis», relataba una de las vecinas afectadas, que se mostraba muy nerviosa, pensando lo mismo que los damnificados el pasado día 14, «poner cerraduras de seguridad y no dejar nada de valor en los trasteros». Algunas bicicletas de alta gama estaban fijadas a la pared de los trasteros con anclajes de alta seguridad, por lo que, ante la imposibilidad de llevárselas, los asaltantes las arrancaron con fuerza bruta. «Es el mayor robo cometido en Alhama en una sola noche», se lamentaban.

Aparte de las bicicletas, ropa, un traje de buceo, cajas de herramientas y material electrónico fueron algunos de los objetos que los vecinos se afanaban ayer en denunciar que les habían robado, incluido algún que otro jamón que almacenaban en algunos casos. Y es que, en esta ocasión, los cacos han ido mas allá, ya que varios vehículos que se encontraban en las plazas de garaje fueron abiertos, les reventaron los cristales de las ventanillas e incluso las cerraduras para llevarse de su interior los objetos que estaban más a la vista.

Para acceder al edificio, los propios vecinos suponen que los ladrones entraron al sótano impunemente por la puerta principal y creen que consiguieron el mando de la puerta del garaje del interior de alguno de los vehículos que también dañaron. Del interior del garaje, los cacos sustrajeron también un vehículo antiguo, un Seat León, además de otro coche que estaba aparcado en la calle, en las proximidades del lugar en el que cometieron el robo.

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