La campaña contra la rabia estará en marcha hasta el 31 de agosto

La campaña contra la rabia en perros y gatos estará en marcha hasta el 31 de agosto con el objetivo de incrementar las medidas preventivas, vacunar a todos los perros residentes en el término municipal, diagnosticar y controlar otras enfermedades, como la hidatidosis y la leishmaniosis, y concienciar a la población sobre «su imprescindible colaboración en el control de estas enfermedades», según informaron fuentes municipales.

Además, se informa sobre otras medidas que afectan a los perros, como la obligación de instalarles el microchip, la de evitar el abandono de excrementos en la vía pública y la de tener licencia si el animal es potencialmente peligroso.

Las vacunaciones se pueden hacer en las clínicas veterinarias y tiene carácter obligatorio para los perros a partir de tres meses y es recomendable para los gatos a partir de los seis meses.

A los animales vacunados por primera vez se les entregará una tarjeta sanitaria oficial. Si la vacunación es la segunda, o posteriores, el dueño del animal deberá ir provisto de la correspondiente tarjeta sanitaria.

Los animales que cumplan la edad mínima de vacunación tras la finalización de la campaña podrán acudir a cualquiera de las clínicas citadas para, sin sanción alguna, proceder a la misma.

A partir de la fecha de finalización de la campaña todos los perros cuyos dueños no posean la tarjeta sanitaria de vacunación ni el microchip, podrán ser recogidos como vagabundos. No podrán circular por la vía pública si no van amparados por la tarjeta sanitaria debidamente diligenciada.

La no vacunación o la no realización de tratamientos obligatorios está considerada como una infracción grave y puede ser sancionada con multa de entre 300 y 2.400 euros. La vacunación cuesta 20 euros en las clínicas si se realiza durante los meses de julio y agosto y 24 euros durante el resto del año.

Implantación de microchip

La identificación de los perros deberá realizarse obligatoriamente mediante la implantación de un microchip que se coloca normalmente en el lado izquierdo del cuello del animal, junto a la oreja.

Es obligatoria a partir del tercer mes de vida o al cabo de un mes después de su adquisición (siempre y cuando el animal tenga ya cumplidos los tres meses de edad). La no identificación del animal es una infracción leve y puede ser sancionada con multa de entre 30 y 300 euros.

La implantación del microchip cuesta en las clínicas 38 euros. Si durante esta campaña se implanta el microchip a la misma vez que se pone la vacuna cobran un precio especial de 50 euros.

Recogida de excrementos de perro

La normativa obliga al propietario de un perro a retirar sus excretas de la vía pública. Es una cuestión higiénico-sanitaria importante, no ya sólo por cuestiones estéticas o por los riesgos de caída o suciedad para otros viandantes, sino también porque las heces son refugio de numerosos microorganismos patógenos.

Dado que la normativa prohíbe la circulación de un perro por la vía pública sin correa o cadena y sin estar sujeto por su propietario o poseedor, no se puede liberar al perro de casa para que realice sus necesidades fisiológicas sin control en cualquier lugar. La multa por no retirar las heces oscila entre 301 y 750 euros.

Animal peligroso

Hay razas y tamaños de perros catalogadas como potencialmente peligrosas. El propietario de un perro con esas características tiene que poseer obligatoriamente la denominada Licencia Municipal de Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos.

Se solicita en el Ayuntamiento y para obtenerla hay que presentar diversos documentos, entre otros un certificado de penales, que lo tramita el propio Consistorio, y un seguro de responsabilidad civil.

Por la concesión de la licencia el Ayuntamiento cobra 35 euros. La multa por no tenerla oscila entre 2.404 y 15.025 euros.