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Una de las detenidas sigue a unos ancianos que salen del banco.
Un grupo empleaba a menores para robar a ancianos en el mercado y en bancos

Un grupo empleaba a menores para robar a ancianos en el mercado y en bancos

La Policía Nacional arresta a cuatro ciudadanos búlgaros que estaban detrás de una oleada de hurtos en la localidad

Jorge García Badía

Jueves, 24 de noviembre 2016, 02:28

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Siguió al anciano de 83 años hasta el banco, aguardó hasta que sacó del cajero automático 500 euros en metálico, salió detrás de él hacia la calle y, en un descuido, le birló la pensión. La víctima, cuando se percató del hurto, presentó una denuncia en la Policía Nacional y aportó una completa descripción de la sospechosa. Horas después, los agentes localizaron y detuvieron a la mujer, de nacionalidad búlgara. A raíz de esa detención, se inició una investigación para determinar si existían vínculos entre la arrestada y una oleada de robos registrada desde septiembre en el mercado semanal de Alcantarilla y en varias sucursales bancarias.

En todas las denuncias que se habían presentado a lo largo de septiembre en la Comisaría coincidían tanto el perfil de las víctimas, personas de avanzada edad, como el de las supuestas autoras de los hurtos, mujeres del Este de Europa. La información recabada por el Grupo de Policía Judicial de Alcantarilla durante los meses de octubre y noviembre les llevó hasta un inmueble de La Alberca, en el que residía la arrestada junto a otras dos mujeres y un hombre. Todos los sospechosos eran búlgaros.

La Policía Nacional les hizo un seguimiento que permitió confirmar que se trataba de un grupo criminal especializado en la sustracción al descuido y en los robos con violencia, y que empleaban como tapadera a tres menores de edad, de 13, 14 y 16 años. Fuentes policiales indicaron que «las mujeres acudían al mercado semanal, con alguno de estos menores, para no despertar sospechas cuando se acercaban a las víctimas para robarles mientras les preguntaban algo». En otras ocasiones, según las mismas fuentes, «robaban alguna cartera y se la entregaban a los menores para que las ocultasen».

Tampoco tenían reparo alguno en emplear la fuerza, «tirando del bolso de las víctimas». Otra de sus especialidades era hacer esperas en las sucursales bancarias para abordar a pensionistas y jubilados. De hecho, los investigadores recabaron grabaciones de cámaras de seguridad de un banco, en las que se apreciaba con nitidez a una de las sospechosas de los hurtos siguiendo a unos ancianos que acababan de sacar dinero. Con todos esos indicios, la semana pasada, la Policía Nacional desarrolló un operativo en el que arrestaron a los otros miembros del grupo: un varón y dos mujeres, a los cuales les constaban reclamaciones policiales y judiciales por robos con violencia. En el despliegue en el inmueble de La Alberca, se encontraban los tres menores que el grupo empleaba como gancho. «A los menores no se les imputan delitos porque no participaron en los hechos».

No localizan a los padres

Dos de los jóvenes han sido ingresados en un centro de protección de la Región, al no ser localizado ningún familiar para que se haga cargo de ellos. La otra menor fue entregada a su madre, que reside en Valencia. Se han iniciado gestiones con Europol para averiguar el paradero de los padres de los jóvenes ingresados en el citado centro, ya que no mantenían ningún tipo de relación familiar con los detenidos y se desconoce cómo llegaron a La Alberca. Los cuatro arrestados, de entre 28 y 39 años, están acusados de delitos de hurto y robo con violencia.

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