«Le cogió por la boca y le arrancó los colmillos y un cerro de dientes»
Los perros desechados y otros robados en fincas particulares servían como 'sparrings' para entrenar a los futuros campeones
R. F.
Lunes, 1 de mayo 2017, 09:00
Aunque el balance de la operación puede considerarse mucho más que satisfactorio (34 detenidos, 230 perros rescatados -sobre todo, pitbulls-, grandes cantidades de drogas aprehendidas, armas de fuego decomisadas...), no es posible atisbar hasta dónde habría llegado la investigación de la UDEV de haber seguido activa unos meses más. Pero los agentes aprovecharon la celebración de un gran evento en Tenerife, en el que se habría congregado una veintena de presuntos miembros de la banda para asistir a cuatro combates de canes, para asestar un monumental golpe a la trama delictiva.
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La dirección nacional se asentaba en Madrid.
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Ángel O.R., alias 'El Profe', residente en la localidad de Fuente El Saz, ejercía presuntamente a modo de máximo líder o 'padrino'. Presuntamente vinculado al tráfico de marihuana, contaba en su finca con un 'ring' para las peleas. Su hombre de confianza es Luciano M.M., quien criaba y adiestraba a los canes.
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Grupo de Canarias.
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Supuestamente liderado por Eloy P.C., vecino de Santa Cruz de Tenerife. Contaba en apariencia con el apoyo de un policía local, Fernando C.G., y con la asistencia del veterinario Juan Carlos H.V., además de otros presuntos miembros como Gustavo E.R., Juan Antonio L.G., Juan Antonio R.T, Manuel C.D., Gustavo M.R. y Guañón U.G.G.
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3 Grupo de Alicante.
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Estaría liderado por Reza N., de origen iraní y con nacionalidad sueca, quien contaba presuntamente con la colaboración del griego Giorgios K., Tomás A.A., Antonio A.A., Abad S.P., Habbas A.M. y José Antonio S.P.., entre otros. Sin actividad laboral conocida y con un elevado tren de vida, la Policía lo considera relacionado con el tráfico de estupefacientes y, en concreto, con un invernadero clandestino en el que se incautaron 800 plantas de 'cannabis sativa'.
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4 Grupo de Murcia.
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Presuntamente encabezado por Sergio R.H., alias 'El Seco'. La denominación de su perrera es 'Polvarea Kennels'. Se apoyaba supuestamente en su socio Rafael G.R.. Le fueron intervenidos 36 perros peligrosos -todos ellos, pitbulls-, armas blancas, material sanitario y fármacos y diversas cantidades de droga, entre ellas 40 plantas de marihuana.
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5 Rama internacional.
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La banda desmantelada tenía una dimensión internacional, merced a las relaciones y contactos que atesoraba Rafael R.D., alias 'El Maestro'. Según la Policía, este sospechoso estaba «volcado en las peleas de perros a nivel internacional» y alardeaba de haber participado en combates en Sudamérica, Asia y en varios países de Europa. Presuntamente actuaba además a modo de ojeador, detectando a los perros con más potencial.
El sumario desvela que los policías intervinieron por cielo y tierra (un helicóptero dotado de cámaras térmicas y decenas de agentes en patrullas móviles) cuando se estaba disputando la segunda pelea. Una circunstancia que les permitió comprobar que incluso se habían quedado cortos en sus apreciaciones sobre la crueldad de los sospechosos. En el ring había dos perros heridos, aunque por fortuna el combate estaba todavía en su fase inicial, pero envuelto en bolsas de basura se encontraron el cuerpo sin vida del can perdedor de la primera pelea. Las lesiones que mostraba por toda su anatomía eran tan terribles que despertaban escalofríos hasta en los agentes más bragados.
Fue entonces cuando cobraron sentido en toda su magnitud las pruebas y evidencias que habían recabado a lo largo de seis meses. Conversaciones interceptadas entre algunos de los presuntos líderes y criadores que, con manifiesto orgullo, relataban las carnicerías provocadas por sus 'champions'. «Le cogió de la boca y le arrancó los colmillos y un cerro de dientes», explicaba Dani a Luciano sobre una pelea disputada el 6 de noviembre pasado.
O la conversación en la que Eloy le comenta a Tío Juan que «el chalé que quería alquilar (para una 'convención') no está disponible y me ofrecieron una casa por 450 euros. Pero tendríamos que limpiar la sangre rápido del suelo cuando acabemos».
O cuando Castro le hace saber a Sergio que «'el Mali' se ha ido para abajo y se ha currado con tres y está reventado. He estado curándolo y le he tenido que meter una grapadora entera (para cerrarle las heridas)». Luego hablan de elegir una perra para cruzarla y se deciden por «'La Guindilla', que fue la que ganó a la del Peña. esa era buena, pero 'La Guindilla' la 'durmió' (la mató)».
Con el fin de evitar tamaño sufrimiento a los animales, los investigadores bien podrían haber intervenido unos días antes, el 11 de febrero, en que estaba prevista una 'convención' en Murcia, que finalmente los organizadores decidieron suspender por no tener garantizada la seguridad. De manera que tuvieron que aguardar al evento señalado en la capital canaria para la semana siguiente.
Quizás una de las revelaciones más sorprendentes de esta operación es que entre los presuntos implicados había incluso algún veterinario, que no solo se encargaba curar a los canes heridos, sino que incluso facilitaba a los criadores algunos de los fármacos y sustancias dopantes usadas para hacerlos insensibles al sufrimiento e incentivar su ferocidad.