Cae un grupo especializado en asaltar a los recaudadores de las tragaperras

La Policía Nacional ha desarticulado un grupo itinerante que seguía a los recaudadores de las máquinas expendedoras y recreativas para robarles objetos y dinero. Según precisaron fuentes del cuerpo, la operación ha permitido detener a siete presuntos miembros de esa banda, a la que se le imputan hasta trece golpes, algunos de ellos cometidos en Murcia.

A través de esta investigación, que se inició el pasado julio a raíz de la denuncia de las víctimas, se logró desmantelar un grupo especializado en cometer robos con fuerza en el interior de los vehículos de estas empresas. Según explicaron fuentes del cuerpo, normalmente los autores seguían a los recaudadores en ruta y aprovechaban el momento en que estos realizaban una parada para forzar la puerta trasera de la furgoneta, fracturar la caja fuerte y sustraer el dinero, tabaco u otros efectos que transportaran.

Los agentes constataron la participación de la banda en al menos trece robos en las provincias de Málaga, Barcelona, León, Murcia, Valencia, La Coruña y Lugo. Los sospechosos se habrían hecho con un botín de más de 45.000 euros, de los que 32.353 corresponden a dinero en efectivo y el resto a más de 250 cartones de tabaco valorados en 13.000 euros.

Según explicaron fuentes del cuerpo, los arrestados en esta operación contaban con conocimientos y elementos que les permitían anular los cierres centralizados de los vehículos, abrir las cerraduras, forzar las cajas fuertes instaladas en su interior y sustraer el dinero y efectos que encontraran allí.

El líder del grupo y el principal investigado fueron detenidos el pasado diciembre en Málaga cuando circulaban en una furgoneta. Según precisaron las fuentes, transportaban dinero procedente de varios robos, así como herramientas artesanales. Posteriormente, en febrero y marzo, fueron detenidos cinco supuestos integrantes de la organización en Madrid, Getafe y Fuenlabrada.

Bien organizados

Según remarcó el Cuerpo Nacional de Policía, el grupo tenía muy bien distribuidas las distintas funciones entre sus miembros. Mientras unos eran los encargados de la logística para los desplazamientos y los alojamientos, otros tenían la misión de recoger los efectos robados y trasladarlos hasta Madrid. El resto de los integrantes se afanaban, a su vez, en dar salida a los objetos sustraídos y los demás en cometer los robos.

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