«Murcia atesora uno de los patrimonios ferroviarios más destacados del país»

Consagran su vida a mantener, mal que bien, una de las más importantes colecciones de objetos ferroviarios de España. Se trata de los integrantes de la Asociación Murciana de Amigos del Ferrocarril (Amaf). Está formada por 1.500 piezas, más otras 300 fotografías, un centenar de gorras, 400 vagones en miniatura, maquetas de gran formato y unos 1.300 libros. Toda la historia del ferrocarril en Murcia. Por eso piden un local que reúna mejores condiciones. El presidente de Amaf, Antonio Andreu, y el secretario, Ramón Ruiz, advierten del peligro de que la institución desaparezca por las obras del AVE, que obligarán a cerrar el museo del Carmen.

¿Qué ha supuesto el ferrocarril para la historia la Región?

Su llegada supuso multiplicar la velocidad del transporte por cinco y reducir las distancias en un área con comarcas muy pobladas y con importantes actividades agrícolas, industriales y mineras. Implicaba la mejora de los servicios públicos: distribución del correo y prensa, telégrafo y el comienzo del turismo. Además, mejoró las comunicaciones con África, entre Cartagena.

¿Cuándo surgió la asociación y por qué motivo?

Nació en 1981 con el objetivo de conservar y poner a disposición de la sociedad los fondos materiales y documentales que componen el patrimonio histórico y cultural ferroviario, así como para fomentar el conocimiento y la utilización por la sociedad del ferrocarril y difundir los beneficios de esta forma de transporte.

¿Qué pieza le gusta a usted más?

Más que con una pieza concreta, me quedo con las vivencias de la gente que visita el museo actual, pese a todas sus limitaciones. En especial, las de niños. Muchos descubren objetos que no habían visto nunca u otros que han cambiado su forma y funcionamiento como un simple teléfono de los llamados de rueda y que no saben como marcar un número.

¿Cuáles son los problemas de espacio que sufren?

El primero son las dimensiones de los locales, que no permiten exponer la colección adecuadamente. Más que museo parece un almacén, lo que implica que el traslado se debe de hacer a un edificio de grandes dimensiones con espacio al aire libre. Hay piezas que tienen 6 metros de alto, eso sin contar con las locomotoras. El segundo problema es el acceso, que obliga a cruzar las vías del tren y complica, sobre todo, las visitas de colegios.

¿Qué fondos no se pueden exponer por falta de sitio?

Nada está expuesto como debería. Los objetos de la sala de exposiciones están tan juntos que se tapan entre sí, impidiendo la correcta exposición e incluso el acceso a ellos. Hay otra parte almacenada. Pero el problema está en el material de grandes dimensiones como locomotoras, semáforos, señales... que en caso de traslado no se pueden llevar a cualquier sitio.

¿Dónde proponen abrir este nuevo museo?

En la antigua estación de Zaraíche, edificio que alberga las oficinas de Aguas de Murcia y un aparcamiento de la empresa. Nuestro proyecto pretende sustituir el aparcamiento por un área expositiva donde tendrían cabida los objetos de grandes dimensiones y dos locomotoras diesel de nuestros fondos, además del material móvil que aportaría al proyecto Renfe y Adif a través de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, siempre que el Ayuntamiento se involucre.

¿Cómo son las locomotoras?

Una es la locomotora de vapor más antigua que se conserva en España, propiedad del Ayuntamiento. El edificio albergaría el resto de la colección, así como el archivo, la biblioteca y el taller de restauración, además de las maquetas de trenes y el centro de interpretación del ferrocarril.

¿En qué beneficiaría ese museo a la ciudad Murcia?

Ganaría uno de los mejore recintos expositivos a escala nacional y equiparable a cualquiera de los museos nacionales de referencia. Eso atraería gran numero de visitantes al no existir ni en el sur ni el Levante de España un museo de estas características. Este museo junto con la recuperación de la Cárcel Vieja crearía un gran espacio cultural para la ciudad.

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