Borrar
Técnicos, ayer, entre las rocas en el levantamiento topográfico.
Los técnicos revisan con un dron la ladera del Miravete donde cayeron las piedras

Los técnicos revisan con un dron la ladera del Miravete donde cayeron las piedras

Los vecinos desalojados de Torreagüera piden a las administraciones que se agilicen las labores para que puedan volver cuanto antes a sus casas

Manuel Madrid

Jueves, 22 de diciembre 2016, 01:54

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En la avenida Región de Murcia de Torreagüera, a los pies del monte Miravete, la Policía Local se turna para no dejar sin vigilancia una veintena de viviendas que siguen desalojadas desde el sábado por desprendimientos de rocas. Las lluvias de estos últimos días provocaron el desplazamiento de pedruscos «tan grandes como la cabeza de un camión». En la ladera quedan señales del arrastre. Por delante se llevaron árboles y matorrales a una velocidad incontrolada. Las casas y la montaña apenas están separadas por un paseo hormigonado, así que cuando los vecinos descubrieron en el horizonte que aún había bloques que podían entrañar peligro de avalancha si arreciaba la tormenta la zona fue inmediatamente acordonada. Los afectados no saben cuándo podrán volver a dormir en sus casas. Ahora están repartidos con sus familias y exigen a la administración que no dilate la solución.

Los trámites para adoptar medidas de emergencia ya se han puesto en marcha, tras una reunión entre las tres administraciones (Ayuntamiento, Comunidad Autónoma y Estado). Ayer por la mañana técnicos del Grupo Tragsa, empresa pública dedicada a la gestión de emergencias y catástrofes, inspeccionaban de nuevo la zona para colocar dianas de captura en el suelo a fin de realizar un levantamiento topográfico del monte con un dron tripulado y obtener una ortofoto de alta definición del entorno afectado. Una información que será valiosa para los técnicos que deben proponer las actuaciones a realizar. Según explicó el personal a 'La Verdad', se evaluarán los riesgos mayores, que se recogerán en un informe que podría estar listo «a lo largo de la semana».

El riesgo de caída de nuevos pedazos de piedras sin labrar es el motivo esgrimido para justificar el desalojo de las viviendas, y los vecinos se preguntan por qué no se han instalado en toda la línea de casas que queda a los pies de la montaña las mismas pantallas protectoras que hay ya en un tramo de 100 metros. El 29 de marzo de 2009 una piedra de grandes dimensiones sorprendió a los vecinos de la misma calle; coincidió con el día en que el expresidente Valcárcel salió ileso de un accidente en el Puerto de la Cadena al recibir el impacto de una roca. Esta es una de las opciones que baraja el grupo de trabajo creado para resolver la situación de peligro: extender al menos 200 metros más las mallas con postes de acero y amortiguadores dinámicos que evitarían el impacto de rocas de más de 2.500 kilos a una velocidad de 80 kilómetros por hora sin romperse.

«No es seguro para nadie»

Uno de los vecinos, Guillermo Moñino, decía ayer que la solución al problema no debe demorarse: «Lo mismo pasan 200 años y no vuelve a caer una roca, pero eso así no puede sostenerse más, pues no es seguro para nadie».

De momento, ninguno sabe cuándo volverá, y la alarma cunde en los grupos de WhatsApp, por eso han nombrado a dos portavoces para mediar con la administración. De momento, tienen asumido que la Navidad la pasarán fuera, e incluso bromean con que el día de Nochebuena llevarán caldo con pelotas a los agentes de Policía que vigilan las 24 horas el barrio para evitar que haya robos. Que les desvalijen sus hogares en un descuido es otro motivo de desvelo para los desalojados. Otro de los afectados, Aniceto Escribano, tiene su negocio, un laboratorio de prótesis, en el bajo de su casa, y es el único que tiene autorización para permanecer en jornada laboral en la zona precintada. «Si me dejan sin casa y sin negocio el desastre hubiera sido doble. Soy autónomo, y dependo de esto para vivir».

El pedáneo, Fulgencio Perona (PP), espera que la Administración sea diligente hasta el final por seguridad.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios