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Cinco argelinos aprovechan una pelea para escapar del Centro de Extranjeros

El sindicato policial SUP y Convivir sin Racismo vuelven a exigir el cierre del CIE de Sangonera; es la segunda fuga en menos de un mes

Jorge García Badía

Martes, 1 de noviembre 2016, 01:45

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Las medidas de seguridad del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Sangonera la Verde han vuelto a quedar en evidencia. Cinco inmigrantes en situación irregular lograron escapar de las instalaciones a las 21 horas del pasado domingo. La Delegación del Gobierno confirmó ayer la huida de los internos, que se produjo «aprovechando una pelea en una de las dos salas de ocio». Y no descarta que «el tumulto fuese fingido» por algunos de los 89 internos que había en ese momento, ya que cuando los policías nacionales entraron a separar a los implicados, cinco argelinos aprovecharon para huir.

Los internos lograron saltar un muro de dos metros y luego abrieron un agujero en una valla metálica. La Policía Nacional retuvo en el centro a los 84 restantes y desplegó un dispositivo de búsqueda que hasta anoche no había permitido hacer detenciones. El riesgo de una nueva fuga era elevado, ya que el pasado miércoles se frenó un conato de motín similar al del pasado 5 de octubre, cuando 67 extranjeros hirieron a cinco policías tras simular uno de ellos un ataque al corazón. Personal de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) evitó una nueva revuelta en el CIE desplegándose con chalecos, cascos y escudos.

«Estaban preparados para amotinarse otra vez», denunció ayer Javier Monje, portavoz regional del Sindicato Unificado de Policía (SUP). «Una vez más se demuestran las deficiencias de seguridad y que no se ha solucionado nada desde lo ocurrido en octubre».

La Delegación del Gobierno reconoció que todavía no se ha logrado dar con 18 de los 67 fugados en el motín de principios del pasado mes, lo que unido a la fuga del domingo hizo estallar al sindicato policial: «Al final vamos a lamentar una desgracia».

El portavoz del SUP se reunió la pasada semana con el delegado del Gobierno, Antonio Sánchez-Solís, y le entregó un documento en el que solicitaba 19 medidas para reforzar la seguridad del Centro de Internamiento de Extranjeros. «Las tres más importantes son elevar la altura de las vallas, eliminar algunos elementos que facilitan la escalada de los inmigrantes y diseñar un protocolo de actuación, porque los agentes que son destinados al CIE van como pollos sin cabeza», criticó Monje. Desde la Delegación confirmaron que la Dirección General de Policía ha elaborado un informe sobre los puntos críticos del CIE, pero no detallaron las medidas que se acometerán, ni el presupuesto, ni los plazos.

De momento se ha reforzado el retén policial con la presencia de efectivos de la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) y la UIP (Unidad de Intervención Policial), que ha permitido llevar a cabo diversas requisas de material a los internos. Monje arremetió contra la presencia de estas unidades especiales «porque se está recurriendo a agentes de Murcia, Cartagena y Lorca, y las plantillas ya están muy mermadas».

Escrito al Defensor del Pueblo

El sindicato SUP reiteró su petición de cerrar temporalmente el CIE de Sangonera la Verde hasta que se refuerce la seguridad. Entre agosto y octubre se han registrado tres fugas, con un total de 83 internos huidos, por lo que el portavoz de Convivir sin Racismo, Juan Guirado, también se sumó a la petición de clausura del centro. Después del motín del 5 de octubre, la ONG ya reclamó esa medida al Juzgado de Instrucción número de 9 de Murcia, y ayer su portavoz avanzó que «hemos solicitado una reunión a la magistrada para saber qué hará».

Guirado subrayó que Convivir sin Racismo también se dirigirá por escrito al Defensor del Pueblo para solicitarle que inspeccione las instalaciones de Murcia. «Nuestra intención es que compruebe en persona la situación extrema en la que conviven los internos con la presencia de unidades especiales de la Policía Nacional». Esta ONG cuenta con un espacio propio en el Centro de Internamiento de Extranjeros, y denunció que con la nueva dirección del CIE «todo se ha endurecido».

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