Un experto en kárate impide que un hombre siga pegando a su mujer embarazada en Cieza

Había mucha gente en la calle León Felipe de Cieza presenciando la agresión que se estaba produciendo en el balcón de un tercer piso, pero solo uno se atrevió a prestar auxilio a la víctima: Eduardo López Jiménez. «Acababa de dar una clase, aproveché el cambio de turno para salir a tomar el aire y empecé a escuchar unos gritos espantosos», explicaba este lunes este instructor de defensa personal policial y entrenador del Centro de Artes Marciales y Centro Deportivo - Escuela Kiai. «Miré hacia arriba y vi en un balcón a una mujer que tenía a su bebé en brazos y un hombre la estaba agrediendo».

Los testigos reclamaban presencia policial porque la víctima y su pequeña, de unos 18 meses, podían caer al vacío debido al fuerte forcejeo que mantenía la mujer con el supuesto agresor, de nacionalidad marroquí. «Le pegó un puñetazo, volvió a pegarle y al tercero no me lo pensé». Eduardo le pidió a los vecinos del bloque en el que se estaba produciendo la agresión, que le abriesen la puerta y subió como una exhalación por las escaleras. «Tiré la puerta al suelo de una patada», rememoraba sobre la heroica intervención que protagonizó el pasado jueves, a las 20.55 horas. Al adentrarse en el inmueble se encontró una escena dantesca: «Había una mujer escondida, en estado de 'shock', y la hermana de la víctima sangraba abundantemente por la boca».

El presunto agresor abandonó el balcón al detectar la presencia de este experto en artes marciales, de 45 años, y le invitó a abandonar el piso. «Le pregunté: ¿Qué pasa con usted?. Y me dijo que no era asunto mío y empezó a insultar a las mujeres». Eduardo evitó una nueva agresión reduciendo a Khalid G., de 39 años. «Su mujer estaba embarazada y aún así le había pegado». Pasados unos segundos llegó la Policía Local de Cieza y se ocupó de trasladar al detenido al hospital Lorenzo Guirao porque presentaba una fractura maxilofacial que sufrió durante el forcejeo con el instructor.

Las víctimas no denunciaron

La Guardia Civil custodió al detenido durante el fin de semana y tras recibir el alta este lunes, el Juzgado de Instrucción número 1 de Cieza dictaminó su ingreso en prisión de manera provisional por los supuestos delitos de violencia de género y lesiones. Eduardo lamentaba que «ninguna de las tres mujeres presentó denuncia». El juzgado tuvo en cuenta el testimonio de este monitor de artes marciales y los partes de lesiones de las víctimas, todas ellas de nacionalidad marroquí, para decretar el ingreso en la cárcel de Khalid. La gesta de Eduardo será reconocida este martes durante una recepción con la consejera de Familia, Violante Tomás.

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