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Fuensanta Carreres
Miércoles, 7 de septiembre 2016, 11:17
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Los alumnos de cuarto de Secundaria podrán dar esquinazo este año a la prueba de fin de etapa, la reválida. El decreto que regula las evaluaciones finales de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y de Bachillerato de la Lomce establece que ambas pruebas se realizarán este curso por primera vez, pero, de forma transitoria, la calificación que obtengan los alumnos no tendrá consecuencias en el expediente académico. A partir del curso 2017-2018, los estudiantes tendrán que aprobar esas reválidas para obtener el título y la de Bachillerato servirá también para acceder a la universidad. Los alumnos murcianos de Bachillerato tendrán que hacer también este año la prueba que sustituye a la Selectividad si quieren estudiar en la Universidad, aunque no la necesitan para lograr el título de la etapa.
Este curso sin embargo los alumnos de Secundaria no se juegan nada, ya que no necesitan aprobar la prueba para matricularse en Bachillerato ni la calificación pesará en sus medias. En esas circunstancias, los estudiantes que decidan no hacerla no tendrán consecuencias. «Están en su derecho de no hacerla, pero la Administración tiene la obligación de convocarla y realizarla, y así lo hará», admitió ayer el director general de Calidad Educativa, Fernando Mateo.
La Consejería de Educación en cualquier caso está decidida a realizar las dos reválidas, mientras otras comunidades ya han anunciado que no las organizarán. «Cumpliremos con la ley, y ya estamos trabajando en la elaboración de los exámenes, que en el caso de Bachillerato son importantes porque sustituyen a la Selectividad», dijo ayer Mateo, quien avanzó que la prueba que dará acceso a la Universidad (pesará un 40% en la calificación final) será «muy similar a la actual Selectividad».
Las dos reválidas están en cualquier caso pendientes de la formación de un nuevo gobierno. Los alumnos murcianos de ESO y Bachillerato volverán a las clases entre el 12 y el 16 de septiembre (según el municipio), con la Lomce ya implantada en todos los cursos, pero sin saber a ciencia cierta qué pasará con algunas de sus medidas pendientes de aplicación, como son las evaluaciones finales de ESO y Bachillerato. Si Mariano Rajoy logra ser investido presidente, el nuevo Ejecutivo mantendrá los exámenes. Sin embargo, si no obtiene suficientes apoyos, alumnos y profesores deberán seguir esperando para saber si finalmente se mantiene o no el calendario de aplicación de la Lomce, ya que se abren diferentes escenarios. A la incertidumbre política se une que la mayoría de las comunidades se han opuesto al decreto que regula las evaluaciones finales de ESO y Bachillerato y han reclamado al ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, una Conferencia Sectorial de Educación para tratar este asunto antes de que empiece el curso.
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