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Manuel Buitrago
Martes, 30 de agosto 2016, 01:05
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Regantes, cooperativas, exportadores y sindicatos agrarios subieron ayer el nivel de alarma en el Campo de Cartagena advirtiendo de que se están empezando a secar cítricos por falta de agua. Explicaron que peligran 12.000 hectáreas de arbolado: en unas zonas llevan dos semanas sin suministro porque el agua de los pozos es demasiado salobre; y en otras solo se está aplicando el riego por goteo dos horas al día, cuando lo normal son seis, indicaron el presidente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, Francisco Sáez, y el secretario comarcal de Coag, Vicente Carrión.
Este aviso sirvió para ilustrar la gravedad del problema tras la reunión mantenida con el presidente de la Comunidad y la consejera de Agricultura, en la que se plantearon medidas urgentes que proporcionen al menos 11 hectómetros cúbicos a esta zona, que se ha quedado sin los caudales que se sacaban de los pozos debido al sellado realizado por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para acabar con los vertidos al Mar Menor.
La reunión en San Esteban tuvo como finalidad aunar esfuerzos y terminó con el compromiso de pedir un tratamiento singular al Campo de Cartagena en el próximo decreto de sequía. La consejera Adela Martínez-Cachá indicó que la situación de escasez en la cuenca es más difícil que la del año pasado, lo cual duplica la gravedad del problema en la subcuenca del Mar Menor. El Ejecutivo regional trasladará al Ministerio una batería de propuestas, entre las que se incluye la legalización de los pozos y desalobradoras del Campo de Cartagena. Exigirá, asimismo, que las grandes plantas desaladoras se pongan al máximo de producción, y que se construyan las balsas y bombeos que faltan en el Valle del Guadalentín para repartir más recursos de Águilas.
Los regantes, muy críticos
Otra petición es la apertura de los pozos de socorro del Noroeste, y sobre todo el adelanto por parte de la cuenca de 8 hectómetros a cargo de la planta de Escombreras. Los regantes del Trasvase se mostraron muy críticos, ya que exigen al Ministerio y a la CHS que apliquen con rigor y en toda su extensión el decreto de sequía, que permite una serie de excepcionalidades, como la apertura de nuevos pozos y la exención de la declaración de impacto ambiental para reanudar la explotación del sinclinal de Calasparra. Creen que falta valentía. Francisco Sáez declaró que ya han hecho su parte, dejando de desalar, aunque a costa de la sequedad de los árboles. «Lo estamos pasando muy mal. Dejar de plantar lechuga tiene fácil reposición, pero en el caso de los árboles es diferente», recalcó.
Vicente Carrión dijo que no salió contento de la reunión, «pero tampoco cabreado» porque el Gobierno regional se ha comprometido a buscar soluciones en los días próximos. Hizo alusión al presidente de la CHS, Miguel Ángel Ródenas, que declaró a 'La Verdad' que no ocupa un cargo político. «Ródenas no es político, sino funcionario, y la directora general del Agua parece que no está bien informada por su funcionario». «Algunos organismos empiezan a poner piedras en el camino», dijo en referencia a la Comunidad y al Ministerio.
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