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Camiones frigoríficos transitan por el puerto inglés de Dover.
El 'Brexit' pasa factura a los exportadores, que luchan por asegurar el mercado inglés

El 'Brexit' pasa factura a los exportadores, que luchan por asegurar el mercado inglés

Quieren negociar en euros debido a la depreciación de la libra, que ha recortado sus ingresos un 10%

Manuel Buitrago

Martes, 12 de julio 2016, 12:18

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«Esto es la catástrofe de las catástrofes», profetizó uno de los exportadores más veteranos del sector hortofrutícola cuando Europa despertaba el día 24 noqueada por el 'Brexit'. En la primera evaluación de daños, la depreciación de la libra y su cambio con el euro pulverizaron los estrechos márgenes comerciales. Diez días después, los exportadores de la Región siguen a merced de las fluctuaciones de la moneda inglesa, sufriendo un castigo en sus ingresos del 8% al 10% y renegociando precios y contratos. El presidente de Proexport, Juan Marín, explica que siguen «trabajando con normalidad» con los clientes británicos. A su juicio, es pronto para hacer balance. La principal ventaja de las frutas y hortalizas de Murcia es que son «insustituibles».

  • Volumen.

  • La Región de Murcia exportó el año pasado mercancías por valor de 956,1 millones de euros al Reino Unido. Las importanciones fueron de 99,1 millones.

  • Ranking.

  • El mercado británico es el segundo cliente extranjero de Murcia. Los productos hortofrutícolas frescos y congelados sumaron 617 millones. Operan 503 empresas murcianas, que realizaron 15.973 operaciones.

  • Evolución.

  • Creció un 5,2% el año pasado; y un 50% desde 2010.

Rami Aboukhair, primer ejecutivo del Banco Santander en España, conoce de primera mano el Reino Unido y al mismo tiempo el sector exportador regional, puesto que nació en Abarán. El alto ejecutivo tuvo el jueves un encuentro informal con empresarios del sector, a los que transmitió su visión del nuevo escenario generado por el referéndum, y sobre todo las características del mercado inglés que tan bien conoce. Aboukhair expresó su confianza en el sector.

'Niebla en el Canal; el continente aislado', es una de las viejas ocurrencias 'british' que dan pábulo a los euroescépticos. Ese aislamiento sin embargo se rompió hace décadas con el trasiego diario de cientos de camiones murcianos entre Calais y Dover. Los pioneros acuñaron el siglo pasado el eslogan 'Abarán-París-Londres' abriendo mercados, y aquel empeño hizo que fraguara en Canterbury una de las mayores centrales de distribución de frutas y verduras del Reino Unido: la empresa 'Gomez Ltd', levantada hace sesenta años por un abaranero.

El segundo mercado

Es una muestra de esa tradición, del 'know how' de largos años de relaciones comerciales. Los seis meses al año que marcan el reinado de las frutas y hortalizas murcianas en los supermercados ingleses son irremplazables. Esa es la fuerza de los exportadores. Nadie quiere volver al régimen de 'países terceros' previo a la entrada en la UE, sometido a derechos arancelarios. Es algo de lo que pocos quieren hablar ahora porque sería retroceder muchas décadas. «¿Qué va a suceder si el Reino Unido pasa a ser un país tercero en sus relaciones con la UE? ¿Habría que regresar a las aduanas y perder agilidad en los intercambios?», se pregunta Juan Marín. Son incógnitas que se deben resolver cuanto antes.

El mercado británico es el segundo cliente exterior de la Región, con 620 millones de euros facturados en lo que va de año de productos hortofrutícolas. Existe una complicidad, una línea de confianza difícil de romper pese al golpe del 'Brexit'. Otro exportador murciano cuenta cómo crece en verano, de un día para otro, la expedición de camiones cargados de sandías para acompañar a las barbacoas de las familias inglesas durante los fines de semana. Y más todavía cuando hay una competición deportiva de por medio.

El objetivo de cada parte es mantener este flujo. En los cuarteles generales de Tesco, Asda, Sainsbury's, Morrisons y Marks and Spencer, las grandes cadenas de supermercados ingleses, existe la misma inquietud que en los principales grupos hortofrutícolas españoles. Las cadenas inglesas, no obstante, son duras de pelar, defienden sus márgenes y se resisten a trabajar en euros. Por el contrario, es más fácil operar con las redes alemanas de Lidl y Aldi implantadas en las islas, con las que se negocia en euros.

La comercialización de los productos agroalimentarios en el Reino Unido se hace por dos vías: bien de forma directa a través de las grandes cadenas de supermercados, que acaparan el 70% de la distribución; o bien por medio de mayoristas de productos alimentarios y de catering que abastecen al sector minorista autónomo (pequeñas cadenas, restauración e instituciones).

Juan Marín apunta que es preferible pasar a negociar en euros, aunque existe una resistencia natural. Eso evitaría los vaivenes y repuntes que está experimentado la libra y que lleva locos a los contables. «El cambio está un día a 1,38 y otro día se coloca a 1,20, como sucede hoy. De entrada, se está notando una disminución en las cuentas del 10%. Hay que esperar a ver cómo evoluciona la situación, pero es un proceso complejo».

La inesperada victoria del 'Brexit' ha dejado descolocados a muchos productores que tenían la campaña iniciada y los contratos cerrados. Se tarda de promedio entre tres y cuatro semanas en cobrar, y las fluctuaciones de la libra no ayudan. Ha ocurrido con el melón, con una campaña de tres meses por delante. «No ha dado tiempo a reaccionar y en las próximas semanas nos vamos a tragar esa diferencia de cambio», comenta Marín. En España abundan estos días casos de exportadores que han perdido toda ganancia de la noche a la mañana, obligados a servir la mercancía para no perder al cliente.

Junto al intento de negociar en euros, que ofrece mayor seguridad ante las fluctuaciones de la libra, puede que recobre protagonismo el seguro de cambio para proporcionar cierta estabilidad a las ventas y asegurar un precio final a las transacciones, aunque ello comporta un coste añadido.

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