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El CES subraya la necesidad de un pacto educativo y de recuperar el gasto público

El Consejo alerta, en su memoria, de la «excepcional subida» de la contratación temporal y del avance de la desigualdad

Alicia Negre

Sábado, 2 de julio 2016, 00:57

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Diez años después, el Consejo Económico y Social (CES) de la Región vuelve a poner el foco, en su última memoria, en la salud del sistema educativo regional y el diagnóstico, como ya ocurrió hace una década, tampoco es ahora demasiado halagüeño. Este órgano consultivo presentó ayer su exhaustivo informe, de 970 páginas, en el que le toma el pulso a la Región en este y otros aspectos y en el que alerta de la necesidad de poner sobre la mesa un gran pacto regional sobre educación. «Si no somos capaces de apostar por el talento y el desarrollo educativo, además del incremento productivo en el trabajo», advirtió el presidente del CES, José Luján, «seguiremos manteniendo pautas que son de otra época».

Luján desgranó ayer los vericuetos del informe en una comparecencia en la que estuvo acompañado por Antonia García Navarro y Miguel López Abad, ambos vicepresidentes del organismo, y Juana Pérez, miembro de la comisión permanente. El abultado análisis, que ayer mismo fue presentado también al presidente regional, Pedro Antonio Sánchez, dedica más de un centenar de páginas a bucear en los resultados académicos que la Región ha recabado en los últimos años y que, según advirtió Juana Pérez en algunos aspectos -como la tasa de jóvenes de entre 25 y 34 años que cuentan con estudios superiores- solo son mejores que los recabados en Ceuta y Melilla.

El órgano alerta, además, de que en la Región existe una «estructura educativa muy polarizada», de tal forma que convive un alto porcentaje de población con estudios superiores con una también alta proporción de ciudadanos que cuentan con niveles educativos bajos. «El porcentaje de quienes tienen solo estudios primarios», recalca el CES, «casi duplica al de quienes cuentan con educación secundaria». Esta polarización es mucho más palpable en la Región que en otros puntos del país.

Además, según los datos que maneja el órgano en su informe, en los últimos nueve años, las personas con nivel de educación obligatoria pasó del 55,7% al 73,2% y la población con estudios superiores creció del 23,2% en 2005 al 27,1% en 2014. El incremento a nivel nacional en ese periodo fue de más de once puntos y ya se sitúa en el 34,7%, muy alejado aún de las cifras regionales. El CES considera que «converger con la media nacional y aspirar a igualar los resultados de las comunidades más avanzadas constituye el principal reto de nuestro sistema educativo».

2.325 profesores menos

Para alcanzar este horizonte, recalcó la representante de la comisión permanente del órgano, es «urgente reparar el impacto de la crisis en el gasto público educativo». Según precisó, el gasto público por alumno en los colegios e institutos de la Región disminuyó un 10,5% en estos años de recesión. Aunque el bajón fue menor al registrado de media en el país, el gasto por alumno en Murcia aún ronda los 4.491 euros, bastante lejos de los 5.231 euros nacionales. Además, entre los cursos 2010-2011 y 2013-2014 la plantilla del profesorado en la Región se redujo un 10,7%, es decir, 2.325 profesores.

El CES subraya la importancia de alcanzar un pacto en materia de educación y recalca que «nuestra sociedad debe ser consciente del papel central de la educación para afrontar los retos de una economía cada vez más globalizada». Hace hincapié, además, en la «demostrada efectividad de las políticas educativas para favorecer la inclusión y la cohesión social, especialmente necesaria atendiendo a la preocupante evolución de la desigualdad».

La disparidad en los niveles de renta es, precisamente, otro de los aspectos que el CES se lanza a analizar en el informe, junto a los «desaciertos» del Ejecutivo regional en temas de especial relevancia, como la llegada del AVE y la apertura del aeropuerto o la preocupación ante la «excepcional subida de la temporalidad» laboral. El grueso análisis del organismo esboza una Región que logra dejar atrás, poco a poco, los años más duros de la crisis económica, pero que se arriesga, en su recuperación, a abrir la puerta a una desigualdad que avanza con rapidez.

El CES expone, en su estudio, dos de los principales indicadores que se utilizan para medir la desigualdad y los resultados son elocuentes. «Los niveles de desigualdad de la Región son menores que los del conjunto nacional, pero han experimentado un mayor crecimiento durante la crisis económica», explicó Antonia García, encargada de explicar los resultados de este análisis.

En el fondo del avance de esta disparidad social, recalca el Consejo, se encuentra la gran destrucción de empleo que se produjo en estos años de crisis y que puso de manifiesto «la debilidad de nuestro mercado de trabajo». La creación de puestos de trabajo en los últimos años, subraya el organismo, se ha basado en los contratos más vulnerables y, además, se han incrementado las diferencias salariales. «La economía mejora, pero apenas se nota en los salarios», destacó la vicepresidenta del organismo. «Esta incipiente recuperación económica reproduce deficiencias que cabría evitar».

Las ETT ganan peso

El organismo lanzó una alerta concreta ante la «excepcional subida» de los contratos temporales que achaca, en parte, al gran peso que están adquiriendo las empresas de trabajo temporal (ETT), especialmente en el campo. De acuerdo a los datos que recoge el informe, de los 863.364 contratos que se registraron en la Región el pasado año, 808.967 eran temporales. Una modalidad que, desde 2010, se ha disparado un 61,6% en la Región -los fijos solo lo hicieron un 29,3%-. La tasa de temporalidad en la comunidad es ahora de un 93,7 frente a la nacional, que ronda los 92.

García explicó que, además, dentro de los contratos fijos están adquiriendo gran peso los fijos discontinuos y remarcó que «solo seis de cada 100 contratos laborales son fijos en la Región». La tasa de rotación laboral también da buena cuenta de esta realidad. Este parámetro, que mide el número de contratos concertados por cada persona contratada, se sitúa en la Región en 3,22 contratos por trabajador y alcanza su cota máxima en los últimos años. A nivel nacional, la media se sitúa en 2,75 contratos por empleado. El Consejo advierte, en su informe, de que «no solo es importante la cantidad de trabajo sino también la calidad del trabajo para reducir las disparidades y favorecer una sociedad más cohesionada».

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