Al menos una veintena de intoxicados tras asistir a dos comuniones

Salud Pública investiga dos brotes de gastroenteritis entre los asistentes a sendas celebraciones de comunión el pasado domingo, en Murcia y en la zona de Mula. De momento, los inspectores de Seguridad Alimentaria y Zoonosis han contabilizado cerca de veinte afectados, aunque el número podría aumentar en las próximas horas, conforme avancen las investigaciones. Todos los pacientes presentan síntomas leves (diarrea, vómitos, náuseas y fiebre).

«Teniendo en cuenta la sintomatología y su evolución, la causa más probable es un norovirus», apunta Blas Marsilla, jefe del servicio de Seguridad Alimentaria y Zoonosis de la Consejería de Sanidad. Serán en todo caso las investigaciones abiertas las que determinarán cuál es el origen de las intoxicaciones y si tienen relación con los alimentos que los afectados ingirieron en las celebraciones de comunión. De momento, lo que los inspectores han podido confirmar es que una decena de intoxicados compartieron mesa y mantel en un restaurante de la zona de Mula con motivo de una comunión.

El otro brote que se investiga afecta a asistentes a otra comunión el pasado domingo, en este caso en Murcia. Salud Pública habla de unos cinco casos confirmados, mientras algunos asistentes señalan que la cifra de afectados ascendería al menos a doce.

Calamares y ensaladilla

Los asistentes a esta comunión degustaron ensalada de anchoas, calamares a la andaluza, quesos, rollitos de salmón rellenos de ensaladilla de cangrejo, surtido de ibéricos, dorada con patatas, sorbete de mojito, cordero al horno con salsa y patatas, tarta y helado de vainilla. Los análisis que llevará a cabo Salud Pública podrán determinar si el foco de la intoxicación está o no en alguno de estos alimentos o en su manipulación.

Los norovirus están presentes en la materia fecal, «y pueden transmitirse por un mal lavado de manos en el manipulador de alimentos», explica Blas Marsilla. En 2015, el número de intoxicados por norovirus aumentó un 20% en la Región con respecto al año anterior. El incremento preocupa a los responsables de Salud Pública, que abogan por revisar la legislación. «En 2012 se derogó la normativa nacional que regulaba los requisitos que debían cumplir los formadores de manipuladores de alimentos. Desde entonces cualquiera puede dar esa formación, la ofrecen hasta en autoescuelas», se queja el jefe de Zoonosis y Seguridad Alimentaria de la Consejería.