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Andreo, en marzo de 2015, al llegar a la Audiencia.
La defensa de Andreo busca un pacto con el fiscal que se centra en evitarle la prisión

La defensa de Andreo busca un pacto con el fiscal que se centra en evitarle la prisión

Está previsto que el martes arranque el juicio por la segunda parte del 'caso Tótem'; el exregidor popular se enfrenta a una petición de ocho años y medio

Ricardo Fernández

Lunes, 2 de mayo 2016, 18:50

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El día D y la hora H para el exalcalde de Totana José Martínez Andreo están señalados para este martes, 3 de mayo, a las diez de la mañana. Es el momento en el que está previsto que arranque el juicio por la segunda fase del 'caso Tótem', uno de los principales asuntos de supuesta corrupción que se han destapado en la Región en la última década.

En su escrito de calificación provisional, que 'La Verdad' adelantó hace ya casi seis años, el fiscal de Delitos Urbanísticos y contra el Medio Ambiente, José Luis Díaz Manzanera, solicita una condena global de ocho años y medio de prisión para el ex primer edil del PP de Totana. En concreto, le reclama cuatro años de cárcel por presunta falsedad en documento público, otros dos años por presunto fraude y dos años y seis meses más de prisión por supuesta infidelidad en la custodia de documentos. A ello se suma la petición adicional de un año y seis meses de inhabilitación especial por supuesta omisión del deber de perseguir delitos.

La cita del martes constituye la segunda ocasión en que se cita a Martínez Andreo para este mismo juicio, pues ya en marzo del año pasado tuvo que comparecer ante la Audiencia Provincial de Murcia por ese motivo. Sin embargo, la constatación de que se había producido un error procesal por parte del juzgado de Instrucción de Totana, consistente en que no se había notificado a las defensas las grabaciones literales de las intervenciones telefónicas, obligó a suspender la vista. Han tenido que transcurrir trece meses para que se solventara el trámite de dar traslado de esas diligencias a las partes y se señalara fecha para el nuevo juicio.

No existe garantía absoluta, tampoco ahora, de que la vista se vaya a celebrar. Y es que está abierta la posibilidad de que la defensa del exalcalde del PP está manteniendo conversaciones con el representante del Ministerio Fiscal, con el objetivo de alcanzar un acuerdo que haga innecesario el juicio.

Para que se llegue a conseguir esa hipotética sentencia de conformidad, señalan fuentes próximas al caso, sería necesario que Martínez Andreo se aviniera a admitir su culpabilidad en todos o algunos delitos que se le atribuyen. Algo que sería condición 'sine qua non' para el Ministerio Público. A su vez, la defensa del expolítico trataría de obtener las mayores garantías posibles de que su cliente no ingresaría en prisión, lo que intentaría conseguir mediante una sustancial rebaja de las penas. Lo cual, básicamente, se conseguiría aplicando la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas como muy cualificada.

De esta forma, si ninguna de las penas supera los dos años de cárcel Martínez Andreo podría tener casi asegurado que no pisaría la cárcel, aunque su antecesor en el cargo, Juan Morales, también acusado en el 'caso Tótem', llegó a un pacto con el fiscal que en último extremo no impidió que acabara entre rejas.

Los diversos delitos que se le imputan habrían sido cometidos por Martínez Andreo en el breve periodo de tiempo que medió entre su toma de posesión como alcalde, el 16 de junio del 2007, y el 29 de noviembre de ese año, en que fue detenido por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. En resumen, se le atribuye haber falsificado documentos para tratar de justificar la supuesta adjudicación ilegal de unas obras de ampliación en el colegio San José; haber autorizado la venta de una parcela pública del polígono El Saladar pese a ser gravosa en apariencia para las arcas municipales, y haber pedido presuntamente al oficial de la Policía Local que hiciera desaparecer del juzgado un atestado sobre alcoholemia que afectaba a un amigo suyo, sorprendido mientras conducía con una tasa de alcohol cinco veces superior al límite legal.

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