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Juan Manuel Molina, en la presentación del Premio Internacional de Marcha Ciudad de Murcia, la pasada semana.
Molina renuncia a su cargo en el CAR para continuar como edil en Cieza

Molina renuncia a su cargo en el CAR para continuar como edil en Cieza

El Gobierno regional le había instado a abandonar una de estas dos responsabilidades tras un informe de los servicios jurídicos que avalaba la existencia de una incompatibilidad

Julián Mollejo

Miércoles, 27 de abril 2016, 10:32

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El exatleta internacional murciano Juan Manuel Molina ha optado por abandonar su cargo en el Centro de Tecnificación Deportiva (también conocido como CAR) de Los Narejos para poder continuar como concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Cieza, después de que el Gobierno regional le instara a escoger entre ambas responsabilidades.

Molina ha tomado esta decisión, comunicada este miércoles a la consejera Noelia Arroyo, después de que el Ejecutivo autónomo le abriera un expediente informativo a raíz de la denuncia del PSOE por la supuesta incompatibilidad en que incurriría el cargo público del PP, y encargara un informe a los servicios jurídicos. Este señalaba que Juan Manuel Molina estaría incumpliendo la ley regional del Estatuto de la Actividad Política de 1994 al ocupar al mismo tiempo ambos puesto públicos.

Juan Manuel Molina deja así el puesto de director gerente de la empresa pública Región de Murcia Deportes, encargada de gestionar el Centro de Tecnificación Deportiva de Los Narejos, y es continúa como concejal por el PP en Cieza, presidente de la Federación Murciana de Atletismo y profesor en la Universidad Católica.

El Gobierno regional considera que no hay incompatibilidad entre su cargo público y las otras dos ocupaciones de Molina, puesto que desde el pasado mes de septiembre no tiene vinculación docente con la UCAM y apenas le quedan unos días al frente de la Federación de Atletismo. El próximo sábado son las elecciones para elegir presidente, y el exatleta ya ha anunciado que no se presenta a la reelección.

Como director gerente del Centro de Los Narejos, Molina no tenía consideración de alto cargo del Gobierno, pero al disponer de un contrato de alta dirección sí que le era aplicable el régimen de dedicación e incompatibilidad que la ley de 1994 establece para los altos cargos.

Lo que dice la ley

Esta normativa señala en su artículo 9 que «para el cumplimiento del deber de eficacia, el ejercicio de la actividad de los altos cargos se desarrollará en régimen de dedicación absoluta y excluyente».

Para ello, en los puntos siguientes del mismo artículo, se fijan las labores con las que es incompatible el trabajo del alto cargo del Gobierno regional. La primera que cita es «con el desempeño por sí o mediante sustitución o apoderamiento, de cualquier otro puesto, cargo, representación, profesión o actividad, sean de carácter público o privado, por cuenta propia o ajena», y añade que «tampoco podrán percibir cualquier otra remuneración con cargo a los presupuestos de las administraciones públicas (...) ni cualquier otra percepción que directa o indirectamente provenga de la actividad privada».

El segundo punto es el que de forma más evidente ponía de manifiesto la incompatibilidad de Molina, al señalar que ningún alto cargo del Gobierno podrá ser miembro de corporaciones locales, ni miembro de la Asamblea Regional, ni diputado o senador de las Cortes.

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