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Sánchez y Carrillo se felicitan, tras la votación, rodeados de consejeros y diputados populares.
Sánchez garantiza el cumplimiento de los Presupuestos y dice que podrá mejorarlos

Sánchez garantiza el cumplimiento de los Presupuestos y dice que podrá mejorarlos

La Asamblea cierra la tramitación más larga y convulsa de unas cuentas regionales con el apoyo, entre críticas, de C's al PP

Gregorio Mármol

Miércoles, 27 de enero 2016, 01:44

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La Comunidad Autónoma tiene desde ayer nuevos presupuestos generales y, pese a los anuncios de hecatombe en la víspera de su aprobación por todos los cambios introducidos por la oposición, el Ejecutivo que preside Pedro Antonio Sánchez tiene previsto mejorarlos durante su ejecución. «Vamos a hacer lo que haya que hacer para que este presupuesto sea el que la Región necesita», aseguró el presidente, despejando los negros nubarrones que se cernían minutos antes sobre sectores económicos tan relevantes como el de la enseñanza concertada, las organizaciones agrícolas y la patronal por la pérdida de fondos, tras los ajustes obligados.

El proyecto de ley de Presupuestos Generales de 2016 salió adelante en la Asamblea Regional con los votos favorables del PP y de Ciudadanos (C's). PSOE y Podemos se pronunciaron en contra pese a haber participado activamente en su diseño definitivo vía enmiendas parciales y al articulado. Argumentaron no sentirse representados por un documento que consideran insuficiente para las necesidades de transformación de la sociedad murciana.

El techo de gasto quedó fijado en diciembre en 4.100 millones de euros. Ayer ocurrió algo insólito: fueron aprobadas trescientas propuestas de los cuatro grupos políticos que varían el destino final de unos 200 millones de euros (el 4,9% del total) de las nueve consejerías.

La tramitación de presupuestos más larga y convulsa en tres décadas de autonomía -se inició en octubre y hubo un gran desencuentro por el techo de gasto que hubo de resolver en noviembre el Consejo Jurídico- fue polémica hasta el final. El Pleno comenzó una hora tarde por una reunión urgente de la Mesa de la Asamblea para admitir 'in extremis' dos propuestas. Una de ellas era de Podemos, para retirar siete enmiendas que afectaban a fondos para la agricultura. La otra, 67 votos particulares del PP contra otras tantas enmiendas de la oposición para tratar de mantener el texto original. Previamente a la votación del dictamen de las enmiendas, el Pleno validó la iniciativa de Podemos -cuyos seis diputados se abstuvieron- y rechazó la de los populares con los votos en contra de toda la oposición, recelosa de las verdaderas intenciones de esa táctica parlamentaria.

El Pleno transcurrió entre los reproches de PSOE, C's y Podemos al partido gobernante por «magnificar», coincidieron, las consecuencias de sus enmiendas y los ataques de los populares al resto por haber desencajado unas cuentas desde la «arbitrariedad», la «irresponsabilidad» y la «ignorancia» de los daños causados a sectores clave para la reactivación económica. El debate ganó en intensidad cuando el portavoz de C's, Miguel Sánchez, acusó al presidente de «agitar a colectivos contra la oposición» y al PP de «manipular» en el caso de las ayudas a la enseñanza concertada, que tendrá 5 millones más que en 2015. Después puso por delante los casos de presunta corrupción que le afectan y pidió a su líder que les ponga coto. Pero terminó votando a favor, «por responsabilidad».

Al final del debate, lo de menos fue el dictamen con las enmiendas. Exceptuando el momento de las votaciones, el salón de plenos quedó expuesto a un cruce de artillería dialéctica que solo apaciguó el consejero de Hacienda, Andrés Carrillo, con un agradecimiento final. Iba dirigido a todos los que han participado en la elaboración de las cuentas, pero en el caso de los diputados se antojó más por cortesía que por verdadera convicción.

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