«La 'filosofía slow' propone apreciar con calma arte, cultura y tradición»
Helena Artero Historiadora del arte y propietaria de la tienda Insólita en Lorca
BOTÍAS SAUS
Domingo, 20 de diciembre 2015, 00:31
Aquellos siete meses que pasó en una galería de arte en La Haya (Holanda) supusieron para la historiadora del Arte Helena Artero una auténtica revelación. Allí disfrutaba de una beca Leonardo. Luego, también hizo un máster en la Complutense sobre documentación. Ante las dificultades de encontrar un trabajo decidió embarcarse en un novedoso proyecto, una tienda llamada Insólita que rezuma 'filosofía slow', una tendencia que intenta aunar comercio justo, desarrollo local, ecología, cosas bellas y sensaciones... Está en la calle Lope Gisbert, en Lorca.
-¿Qué es la 'filosofía slow'?
-Un movimiento que pretende poner en valor cultura, arte y tradición local, los valores de la belleza y su derecho a contemplarlos y apreciarlos con calma, frente a la comercialización y el estrés al que estamos acostumbrados.
-Decía Gandi que en la vida «hay algo más importante que incrementar tu velocidad», ¿comparte esta opinión?
-Por supuesto. Las prisas impiden pararse a pensar, a mirar; no promueven la conversación o el disfrutar del viaje; impiden saborear una buena comida, apreciar los abrazos, las conversaciones o el placer de una buena lectura, una canción o una película.
-¿Cuándo y dónde surgió el movimiento Slow?
-Surge en la plaza de España, en Roma, en 1986, en relación con la comida rápida que se estaba imponiendo frente a la tradición local. Después, se consolidó en otras ciudades de Italia, en la región de La Toscana. ¿Qué mejor sitio para iniciar este movimiento?
-¿Sabe que también triunfa el concepto de 'slow cities'?
-Sí. De hecho la idea de crear este espacio surge de una conferencia que Horacio Capel dio el año pasado donde habló de las 'ciudades slow' y de las posibilidades que tenía Lorca de convertirse en una de ellas, por su amor a las tradiciones, por su patrimonio artístico, literario, cultural, humano y por su rica gastronomía. Lorca se está abriendo, además, a otras iniciativas que promueven un uso más saludable del ocio y el tiempo libre, como 'LorcaBiciudad', y la aparición de los primeros huertos urbanos y asociaciones culturales. Están comprometidas con el medio ambiente. En nuestro barrio está surgiendo también otro tipo de negocios que podrían incorporarse a este movimiento para poder ser el primer 'barrio slow' de la ciudad.
-¿Por qué decidió llamar a su tienda Insólita Slow Concept?
-La idea surgió cuando empezamos a imaginar un espacio diferente, con unos productos muy distintos a los habituales; un lugar donde moda, cultura y arte se fundieran. Pretendía alejarme de lo convencional, emprender una aventura donde primaran las emociones sobre lo puramente comercial; donde la belleza y los sentimientos tuvieran un encuentro... un lugar insólito.
-¿Qué tipo de productos ponen a la venta?
-Hemos apostado por la moda sostenible, con corazón ecológico y slow, de comercio justo, seleccionando marcas y diseñadores comprometidos que respeten valores que nos importan a todos, como el cuidado con el medio ambiente, la salud de las personas y el trabajo justamente remunerado. También por el comercio local. De momento, ropa de mujer y hombre y complementos artesanales, aunque queremos incorporar también calzado y ropa para niños
-Además, incorporan un espacio para exposiciones, ¿quién lo inaugura?
-Anabel Campoy (Anabel Cámez) ha ideado una exposición que lleva como título 'La literatura como máscara', además de decorar el local con preciosas pinturas murales.
-¿Han contribuido otras personas a poner en marcha este proyecto?
-Sí. Gente de los oficios, artesanos locales como Alonso, un reconocido forjador local, Belén de carpintería Canalejas, quien diseñó el mobiliario, Mari 'Solete', una maravillosa fotógrafa que dio cobertura a la inauguración y ayudó en la publicidad y que también nos presentó a la cantautora Miriam Amarela, quien nos regaló un íntimo concierto. Y Gloria Martín y Sara Delgado ayudaron con el diseño gráfico.