«Murcia es una gran contribuyente a la Marca España; tiene ya pocos deberes por hacer»

Los mensajes de recuperación económica han comenzado a blanquear la crisis reputacional que la recesión asestó a la Marca España. Lo defendió ayer el alto comisionado que el Gobierno designó hace tres años para relanzar la proyección internacional del país, Carlos Espinosa de los Monteros, en el foro organizado por 'La Verdad' y Banco Sabadell, quien solo tuvo elogios para la aportación de la Región a esa macrocampaña: «Murcia es muy española, pionera en los mercados internacionales, y donde los ciudadanos se enorgullecen de ser españoles. Es una gran contribuyente a la Marca España, pocos deberes tiene ya por hacer», defendió.

El alto comisionado nombrado por Rajoy para reflotar la proyección internacional del país en 2012 avaló con datos su convencimiento de que España está recuperando desde finales de 2014 el prestigio de un país que emerge, dijo, de una de las crisis económicas más graves de su historia. Tres años antes, cuando el país estaba a un paso «de ser intervenido, y hasta tres premios Nobel de economía así lo recomendaban», en todo el mundo se publicaban 600.000 noticias anuales que hacían referencia a España; el 50% tenían un componente económico, y la mitad de esas (250.000) eran negativas. En 2015, las informaciones sobre la crisis española representan menos de un tercio. «Hemos experimentado una subida reputacional espectacular en todo el mundo, donde la imagen de España es valorada como 'buena' o 'muy buena'». Con tres curiosas excepciones en tres países donde la calificación queda solo regular: Venezuela, Argentina y la propia España.

Los análisis de la economía española que realizan los treinta bancos de inversión del mundo son también un claro indicador del relanzamiento del prestigio español para Espinosa de los Monteros. En sus informes semestrales, hace tres años, 25 de esos bancos aconsejaban a los inversores extranjeros salir de España y vender sus intereses; cuatro recomendaban mantenerse, y solo uno invertir. La radiografía que ofrecieron las entidades de inversión en julio pasado daba un vuelco a las recomendaciones, con 23 entidades partidarias de invertir en España.

Tres años antes de esos avances, Espinosa de los Monteros encaró el reto de reflotar la Marca España, expuso ayer ante los asistentes al foro celebrado en el hotel Nelva, con dos convicciones de partida: la imagen de un país no es indiferente, ya que es determinante a la hora visitarlo, ir allí a estudiar o invertir; y esa proyección se construye poco a poco. «Merece la pena invertir en ello, porque si tu no cuidas tu proyección, otro lo hará». En julio de 2012, el alto comisionado encontró un país «que tocaba su punto más bajo», a un paso de la intervención.

Recuperar la confianza, «palabra esencial en los mercados financieros», era entonces el objetivo esencial. «Solo se podía hacer de dos maneras», rememoró: apelando a la trayectoria de solvencia española con 160 años sin una sola quiebra y encarando una transformación con reformas. «Era necesario recuperar el equilibrio de las grandes cifras y mejorar la competitividad del país. Y se hizo con la reforma financiera, la reforma laboral...». A final de 2015, Espinosa de los Monteros valora cumplido el objetivo, y aborda una nueva etapa centrada en definir y hacer calar los mejores rasgos de España en el extranjero. «Lo primero es definir a España como un país moderno y tradicional. Tenemos historia, presencia, pero nos falta demostrar que somos un país tecnológicamente avanzado, con empresas que están montando las mayores plantas de energía renovable, construyendo el metro de Seattle, el primer trazado de alta velocidad de Estados Unidos, y arquitectos trabajando en la catedral de Los Ángeles».

El segundo atributo del país es a juicio del alto comisionado su carácter «sólido y solidario, con una enorme presencia en Iberoamérica». La diversidad geográfica y climática es, para Espinosa de los Monteros, un imán infalible: «Todo el mundo dice que Noruega es un país maravilloso, y es cierto; pero lo visitan y no vuelven más. Sin embargo, el 82% de los extranjeros que vienen a España regresan». La flexibilidad de un país que ha dado muestras de su capacidad adaptativa a los cambios - «hemos pasado de una dictadura a una democracia sin trauma ninguno»- con presencia en los cinco continentes es el último puntal.

La notoriedad de España en el mundo está, para Espinosa de los Monteros, fuera de toda duda: De los 7.500 millones de habitantes del mundo, más de 4.000 conocen España. «La Marca España -recordó- la hacemos y somos todos. Desde el policía que recibe al extranjero en el aeropuerto y le da los buenos días, hasta Nadal cuando pierde un partido, asume sus errores y no le echa la culpa a nadie».