Borrar

El colapso en los juzgados merma, pero hay 107.000 causas atascadas

El elevado índice de resolución de asuntos por parte de los jueces ha hecho que baje el número de casos pendientes

Ricardo Fernández

Martes, 20 de octubre 2015, 10:52

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Los jueces murcianos se han puesto las pilas. Los datos oficiales indican que están trabajando más que nunca o, al menos, que están resolviendo más asuntos, sacando adelante mucho más papel, aunque desde algunos ámbitos ya se haya abierto un debate acerca de si esa mayor productividad no se estará consiguiendo a costa de una pérdida de calidad en las resoluciones.

Lo cierto es que, pese a que la litigiosidad no deja de aumentar y el año pasado fueron 281.796 los asuntos que ingresaron en los distintos órganos judiciales y tribunales de la Región (un 2% más que en 2013), el elevado índice de resolución -con casi 1.800 asuntos de media por cada juez- ha permitido por vez primera observar un importante descenso en el número de procedimientos pendientes, que son los que desde hace años han mantenido a la Administración de Justicia regional en una situación próxima al colapso. Así, frente a los 114.331 asuntos en trámite con los que concluyó 2013, esa cifra se había reducido a 106.731 el pasado 31 de diciembre, con una disminución de casi 8.000 procedimientos. Un dato «que evidencia la buena salud de la Administración de Justicia en la Región», tal y como el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Miguel Pasqual del Riquelme, señala con optimismo en la Memoria 2014 de los tribunales murcianos, que presentó oficialmente la pasada semana.

Con todo, y si bien esta es la panorámica general, el análisis debe hacerse también por 'barrios', pues cada una de las distintas jurisdicciones evoluciona de manera diferente y ofrece lecturas particulares, que vienen a corresponderse con la situación económica, laboral y social por la que la Región atraviesa en cada momento. Como advertía el propio Pasqual del Riquelme este miércoles, cuando entregó la Memoria a la presidenta de la Asamblea Regional, Rosa Peñalver, la litigiosidad ha aumentado especialmente en el ámbito civil y mercantil, lo que «probablemente» viene a corresponderse con «un cierto movimiento económico». A mayor actividad empresarial, mayores probabilidades de conflicto, vino a decir el máximo responsable de la Administración de Justicia murciana.

Sea o no a causa de la recuperación económica, la cifra de nuevos asuntos civiles ingresados por los juzgados de la Región en 2014 ascendió a 63.696, nada menos que un 10,3% más que en 2013.

Paralelamente se produjo un descenso en la litigiosidad en el ámbito de lo contencioso, de lo social y de lo laboral, «probablemente fruto de esa recuperación económica o quizá por el agotamiento de la litigiosidad derivada de la crisis, lo que nos ha dado aire para trabajar mejor y tratar de superar los efectos devastadores que la crisis económica ha tenido en la entrada de asuntos», argumentó Pasqual del Riquelme.

En esa línea, al menos, parece apuntar la caída del 11,85% que se produjo en los asuntos de la jurisdicción social o laboral (10.875 asuntos en 2014, frente a los 12.257 del año anterior), aunque la reducción fue mucho menos intensa en el ámbito de lo contencioso, donde los 5.348 casos ingresados apenas eran 124 menos que en 2013.

La jurisdicción penal, por último, parece estar al margen de las coyunturas económicas, pues los delitos no se disparan en épocas de vacas flacas ni caen drásticamente en tiempos de bonanza. Y 2014 no fue una excepción, pues registró una entrada de 201.877 asuntos -la parte del león de la litigiosidad-, con un ligerísimo aumento de 542 procedimientos (apenas un 0,26%).

Una labor de una década

El presidente del TSJ y la presidenta de la Asamblea Regional coincidieron en destacar la «necesidad» de contar con una justicia ágil porque «los actores económicos buscan entornos seguros, que den seguridad a sus inversiones, y en ese sentido, debemos ser capaces de ofrecer no sólo un sistema legal y judicial estable y estándares dentro de los parámetros de los países democráticos, sino también una justicia ágil; eso es determinante».

Dicho de otra forma, el hecho de que todavía queden cerca de 107.000 asuntos pendientes de tramitación en los tribunales murcianos, así como que haya miles de sentencias pendientes de ejecución, tiene una evidente repercusión en la actividad económica. No hay que realizar grandes esfuerzos de imaginación para intuir que son muchas las empresas cuyo futuro está en manos de una resolución judicial. Eso, por no hablar de las miles de personas, con nombre y apellidos, cuya vida puede estar pendiente del resultado de un pleito civil, penal o contencioso.

De ahí que Pasqual del Riquelme, como sus antecesores en el cargo, siga insistiendo en reclamar nuevos medios materiales y personales, además de cambios en el sistema de organización y de trabajo, que permitan hacer de la Justicia una máquina más eficaz y más ágil.

Porque basta con hacer la cuenta de la vieja para darse cuenta de que, pese al elevado ritmo actual de resolución de asuntos por parte de los jueces, que en un año ha permitido reducir en 10.000 el número de causas pendientes de tramitación, hará falta una década larga para acabar con los 107.000 procedimientos atascados.

Basándose en los datos contenidos en la mencionada Memoria, Pasqual del Riquelme aprovecha para reclamar la creación de un nuevo juzgado de Primera Instancia, otro de lo Social, uno de lo Mercantil y otro de Familia para la ciudad de Murcia, y de un juzgado de Primera Instancia y otro de Familia para Cartagena.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios