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Francisco Agulló, ayer en la terraza de su despacho, en la séptima planta del edificio Habitamia.
«Vamos a tranquilizar los ánimos en el SMS con diálogo y trabajo»

«Vamos a tranquilizar los ánimos en el SMS con diálogo y trabajo»

director gerente del Servicio Murciano de Salud

Javier Pérez Parra

Sábado, 10 de octubre 2015, 00:44

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Francisco Agulló ha regresado a la Gerencia del Servicio Murciano de Salud, puesto que ya ocupó entre 2005 y 2008. El panorama al que se enfrenta es muy distinto. Si su primera etapa estuvo caracterizada por la bonanza económica, ahora le toca hacer frente a unos momentos «que no son fáciles por la situación sociopolítica», admite.

-Ha llegado a la Gerencia del SMS en un momento turbulento, con enfrentamientos sindicales y con acusaciones de irregularidades hacia su antecesor en el cargo, que terminó dimitiendo. ¿Cómo se plantea recobrar la paz interna?

-Respecto a las etapas anteriores no creo que deba añadir nada, ya se ha dicho todo. La verdad es que sí ha habido determinadas situaciones conflictivas, pero con trabajo, diálogo, dedicación y paciencia, y sin duda alguna con esfuerzo, vamos a conseguir tranquilizar esos ánimos y poder eliminar esa crispación -si es que la había en determinados ámbitos-, para que se pueda trabajar con normalidad, con la participación de todos los profesionales y también de los ciudadanos. Yo llego a la Gerencia por una decisión de la consejera y por tanto del Gobierno regional que recibo como un reto. Estoy muy ilusionado a pesar de que los momentos no son fáciles por la situación sociopolítica, después de esta crisis económica de la que parece que estamos saliendo poco a poco. Tenemos proyectos muy importantes que la consejera anunció en su comparecencia en la Asamblea Regional, y que pueden redefinir, reorganizar el sistema de cara a que los ciudadanos sigan teniendo este servicio de salud tan bueno, pero con una estructura moderna que dé respuesta a las necesidades actuales.

-¿Se han tomado ya decisiones para llevar a cabo esa reorganización?

-Primero hemos modificado la estructura general del SMS a través de las subdirecciones generales. Teniendo en cuenta que creemos que el eje obviamente es la asistencia, hemos potenciado la Dirección General de Asistencia Sanitaria con cinco subdirecciones -anteriormente tenía cuatro- sin un coste adicional. Nos hemos dotado de una Subdirección de Humanización de la Asistencia, al hilo de ese Plan de Humanización que anunció la consejera en la Asamblea. A su vez, queremos hacer desaparecer esos cajones diferenciados que había entre Atención Primaria, hospitalaria y Salud Mental en la estructura central del SMS, cuando en la estructura periférica (áreas de salud) ya hace años que se había eliminado (esa separación) con la gestión integrada de las áreas.

-¿Cuál va a ser el contenido de esa Subdirección de Humanización?

-El Plan de Humanización que anunció la consejera es mucho más que esa subdirección. Será un plan que afecte a todos los ámbitos de la asistencia sanitaria para que el paciente pueda fluir fácilmente a través de todos los dispositivos asistenciales, con grandes dosis de humanidad. ¿Y qué es humanidad? Muchas cosas. Por ejemplo, que el paciente no vaya perdido con un volante mendigando a ver quién le va a atender, porque es la organización la que tiene que decirle dónde tiene que acudir. Humanidad es también que el paciente reciba el mejor trato posible, que firme un consentimiento completamente informado, y que cualquier profesional pueda acceder a la información clínica de cada enfermo independientemente de dónde esté, ya sea un médico de familia, un especialista del hospital o del 061. Y humanidad también es que el paciente esté satisfecho, y por eso hemos creado una Subdirección de Calidad y Evaluación.

-Humanizar también es reducir los tiempos de espera, que han batido todos los récords en los últimos años. La consejera anunció un plan de choque.

-Vamos a poner en marcha un plan de actuaciones inmediatas para reducir las demoras, dirigido a aquellos pacientes que superan los 150 días de espera. Además, a partir del día 1 de enero de 2016 habrá una planificación anual que debe permitirnos no tener que actuar con un plan urgente a final de año.

-La consejera anunció cambios en las peonadas (horas extraordinarias de tarde). Explicó que para que sean autorizadas, los servicios deberán demostrar que los quirófanos han estado a pleno rendimiento por las mañanas. ¿Significa esto que ha habido un abuso? Porque siempre ha planeado la sospecha de que en algunos servicios los quirófanos se infrautilizaban por las mañanas y se abrían luego por las tardes, engordando con ello los salarios.

-No me atrevería a decir eso. Probablemente sí podríamos decir que hay una falta de homogeneidad en el acceso a la actividad de tarde, y lo que queremos es que para la planificación anual que pretendemos hacer a partir del 1 de enero haya indicadores objetivos sobre la optimización de los quirófanos: rendimiento, tasa de suspensiones y otra serie de criterios que vamos a monitorizar permanentemente, y que deben cumplirse desde el primer día del año. Si no cumplen los indicadores de mañana, los servicios no pueden operar por la tarde. También desde el primer día del año planificaremos qué es lo que debe salir a actividad concertada, porque es complementaria a la actividad de los centros. Ni siquiera operando de mañana y tarde en todos los hospitales, a 'full time', somos capaces de absorber la demanda. En su justa medida, los conciertos son necesarios en aquellos procesos de complejidad menor, cuyo riesgo quirúrgico para el paciente sea bajo.

-Pero, ¿cómo es posible que hasta ahora se hayan podido hacer peonadas sin esos controles pese al gasto que suponen? Al SMS se le ha acusado de falta de control en el capítulo de personal. El Tribunal de Cuentas advirtió incluso de que se han estado pagando retribuciones indebidas en varias áreas de salud.

-Las cosas a veces se pueden sacar del tiesto. Tampoco han pasado tantas cosas graves en estos años, aunque es verdad que puntualmente ha podido haber algún conflicto. Sin duda alguna la gestión sanitaria es un mundo complejo, difícil. Ha podido haber problemas puntuales que debemos resolver cuando descubrimos esa supuesta falta de transparencia. Debemos ser ágiles e inmediatos en actuar ante esos posibles puntos negros cuando aparecen. La consejera y yo lo hemos debatido tranquilamente, y sin duda esta nueva etapa se va a caracterizar por una nueva forma de hacer las cosas, por la transparencia, por la profesionalidad en la gestión.

-Pero es que esos problemas se produjeron en una época de gran crecimiento del gasto sanitario, hasta el punto de que se creó un agujero por el endeudamiento y el déficit que solo la ayuda del Estado, a través del fondo de liquidez y otros mecanismos, ha conseguido salvar. Usted fue gerente durante algunos de esos años de crecimiento.

-Sí, pero los años de crecimiento se iniciaron después de las transferencias sanitarias de 2002, y fue un crecimiento en parte lógico, porque todos los servicios de salud quisimos tener en nuestras comunidades autónomas, como es legítimo, las mejores instalaciones, la mejor tecnología y los mejores profesionales. Evidentemente hubo que construir infraestructuras hospitalarias, hacer inversiones en la red de centros de Primaria, comprar tecnología. Sin duda eso generó un crecimiento exponencial del gasto sanitario. Ese coste se cimentó también por el avance científico-técnico, que nos procuraba mejores medicamentos pero muchísimo más caros. Es verdad también que había que mejorar bolsas de ineficiencia que se han detectado y sobre las que se ha actuado cuando la situación económica lo ha exigido. Eso ha permitido en estos años de crisis racionalizar determinados capítulos. Por ejemplo, se ha bajado el gasto en receta médica. Éramos una de las comunidades con mayor coste en este capítulo y ahora estamos entre las que menos gastan.

-¿Se va a modificar la ley para impedir que personas ajenas al sector público ocupen cargos directivos?

-Existe un debate social y político respecto al acceso a puestos directivos de personal ajeno a la institución. Normativamente ahora se permite, pero por el compromiso de investidura del presidente, de un lado, y el compromiso de la consejera, por otro, se ha decidido modificar la ley para que esta cuestión sea solventada. Mientras no se cambie la ley, no se va a contratar como directivo a ningún profesional ajeno a la institución.

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