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Policías judiciales buscan pruebas en el lugar del crimen, a las pocas horas de ser hallado el cadáver de Ángel.
El fiscal pide 20 años a la acusada de inducir a su amante a matar al esposo

El fiscal pide 20 años a la acusada de inducir a su amante a matar al esposo

La boliviana Fabiola preparó supuestamente el asesinato junto a su novio, un joven de Puente Tocinos que se enfrenta a una petición de 17 años de prisión

Ricardo Fernández

Domingo, 4 de octubre 2015, 00:31

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Alguien habló alguna vez del infierno de las pasiones. Y no habría variado su juicio sobre esos arrebatos del alma que nublan las entendederas del hombre de haber llegado a conocer la oscura historia de Fabiola y Salvador. La una, boliviana, de 26 años, y el otro, murciano de Puente Tocinos, de 34, quienes supuestamente sellaron un pacto de sangre -no con la propia, sino con la de un inocente- que hoy les amenaza con hacerles pasar las dos próximas décadas en prisión.

Fabiola M. B., boliviana, había contraído matrimonio en marzo de 2012 con un vigilante de seguridad llamado Ángel, vecino de Aljucer, a quien antes no se le había conocido ninguna otra novia a pesar de sus bien cumplidos 40 años. Si hubiera sido aficionado a las nuevas tecnologías quizás habría utilizado algunas de las muchas páginas de encuentros que proliferan en la red para tratar de hallar a su media naranja. Pero como era un negado para cualquier cosa que tuviera alguna tecla, y en esos momentos -año 2011- aún seguía siendo una de esas 'raras avis' capaces de sobrevivir sin teléfono móvil, no se le ocurrió -en mala hora- una idea mejor que colocar carteles en las paradas de autobús de Murcia, a la búsqueda de una chica «para amistad o lo que surja».

Por esos caprichos del destino, de entre las decenas de mujeres que respondieron al anuncio fue a elegir a la que, no mucho tiempo después, habría de ser la causa de su infelicidad y, en último término, supuestamente, también de la terrible muerte que acabaron dándole.

Fabiola, quien hasta ese momento había trabajado cuidando a una pareja de ancianos en la carretera de El Palmar, dejó pronto de aportar ingresos al hogar familiar. La hermana menor de Ángel explicó con posterioridad a 'La Verdad' que «ningún trabajo que le saliera era de su gusto. Mi hermano la recomendó en una pastelería, pero solo duró un mes. Era Ángel quien la mantenía y pagaba todos sus caprichos».

Una situación privilegiada que no impedía, siempre según la versión de la familia, que Fabiola se pasara los días «sesteando y metida en foros de internet, tonteando con otros chicos». Tampoco era extraño encontrársela de madrugada en locales de marcha, asegura, coincidiendo con las noches en que el vigilante de seguridad tenía guardia.

A finales de 2012 o principios de 2013, Fabiola habría conocido a través de internet a un joven de Puente Tocinos, Salvador H. C., que entonces contaba 32 años y que tenía problemas con la cocaína, e iniciaron una relación sentimental.

Según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, al que este periódico ha tenido acceso, la pareja «se puso de acuerdo para acabar con la vida de Ángel, el marido de Fabiola, a cuyo fin elaboraron un premeditado y detallado plan para asegurar la ejecución del hecho sin riesgo para ellos. Y, a la vez, para hacer creer que el móvil del crimen estaba relacionado con el robo o la prostitución».

Sexo en un apartado camino

Después de visitar y analizar diversos emplazamientos en los que podrían tenderle la emboscada mortal, según la Fiscalía, Salvador y Fabiola «escogieron el lugar conocido como Acequia de Benetúcer, en Puente Tocinos, por ser un sitio alejado del casco urbano, oscuro, poco transitado y frecuentado por personas que mantienen contacto sexual dentro de los vehículos».

Los acusados habrían llegado a «examinar detalladamente los accesos, las vías de salida y la posición en la que debería quedar el vehículo, con el fin de asegurar sus propósitos».

El día 28 de abril de 2013, «en ejecución de lo acordado», Fabiola quedó con su marido y, tras tomar unas copas, lo convenció para acercarse hasta esa acequia para practicarle una felación. Una vez en el lugar, la chica envió un 'whatsapp' a Salvador para hacerle saber que estaban en el lugar acordado, lo que hizo que el supuesto cómplice se desplazara hasta allí en una bicicleta.

Apenas había acabado Fabiola de practicar sexo oral con su esposo cuando Salvador, según el relato del fiscal, «abrió la puerta trasera del vehículo, se situó detrás de Ángel y, cogiéndolo absolutamente desprevenido y con el deliberado propósito de acabar con su vida, le degolló con un cuchillo de grandes dimensiones». Después, con la aparente intención de simular un robo, le quitaron la cartera y, aprovechando que Fabiola conocía el PIN, realizaron en las horas siguientes varias extracciones en cajeros automáticos.

La pareja fue detenida días después, en un hotel de Alicante, donde se habían refugiado después de largas jornadas dedicadas al consumo de alcohol y drogas. Aunque la Policía se mostró convencida de que se habían estado dedicando a festejar el éxito de su plan, ellos aseguraron que solo trataban de suicidarse, mediante una sobredosis, porque no podían soportar la culpa.

El fiscal califica los hechos de asesinato y pide 17 años para Salvador y 20 años para Fabiola, al aplicarle la circunstancia agravante de parentesco. El juicio, que se celebrará ante un jurado popular, está señalado para finales de este mes.

Sin duda, como ocurre en todos los casos de presunto parricidio, la expectación será máxima.

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