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A. LÓPEZ / E. GARCÍA
Miércoles, 5 de agosto 2015, 01:28
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Justo el día en que se cumplen 109 años del naufragio del trasatlántico italiano 'Sirio' frente a Cabo de Palos, en el que murieron 200 personas, la tragedia volvió ayer a esas aguas. Un buceador británico, de 50 años, se dejó la vida practicando el deporte de sus amores, el submarinismo. Tras cuatro horas y media de búsqueda por parte del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, de Salvamento Marítimo y de Protección Civil, el hombre fue hallado a apenas 25 metros del pecio 'Stanfield', un carguero hundido hace 99 años junto a Islas Hormigas y uno de los buques visitables más espectacular y fascinante de la zona.
El fallecido, un instructor de buceo, según fuentes de la investigación, salió junto a otros tres compañeros y el patrón del barco, pasadas las diez de la mañana del puerto de Cabo de Palos. Su objetivo era recorrer las entrañas del buque de origen también británico, hundido en 1916 durante la Primera Guerra Mundial por un submarino alemán al chocar con otro barco.
Los cuatro submarinistas, todos de la misma nacionalidad, no pertenecían a ningún club de buceadores de la zona, según el portavoz de la asociación de centros de buceo de la Región de Murcia, David Balcázar. Por su experiencia, salieron a realizar un tipo de buceo llamado técnico, en una zona fuera de la reserva marina de Cabo de Palos e Islas Hormigas. En esta especialidad se usa un equipo que regula el oxígeno dependiendo de la profundidad a la que se encuentre el buceador y que requiere salir a la superficie cada cierto tiempo. Precisamente, en una de las ocasiones en que los compañeros del fallecido emergieron lo echaron en falta.
Eso ocurrió sobre las doce de la mañana, cuando ya llevaban un buen rato sumergidos. Fue entonces cuando uno de los acompañantes de la víctima llamó al 112 y alertó de que habían perdido a un buceador y de que no sabían nada de él desde hacía 45 minutos.
Al lugar se envió al helicóptero de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Emergencias, con bomberos rescatadores del Consorcio de Extinción de Incendios y Salvamento de la Región de Murcia (CEIS). A ellos se les unieron después efectivos de Salvamento Marítimo y de Protección Civil de Cartagena.
Al poco tiempo y tras una búsqueda sin éxito, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil se sumó al grupo. Para conseguir localizarlo, se amplió la zona de búsqueda en un radio de cinco millas de la posición en la que se encontraba el pecio. Después de cuatro horas y media, los efectivos de rescate lo hallaron en a pocos metros del barco hundido y a unos a 56 metros de profundidad.
«Era un hombre conocido, porque viene cada verano con su familia. Las investigaciones determinarán qué es lo que ha pasado, ya que la zona donde ellos se encontraban está en un rango fuera del buceo recreativo. Hay que dejar claro que prácticamente el cien por cien de los buceadores que se sumergen en aguas de Cabo de Palos practican y disfrutan de un buceo en una zona tranquila», afirmó Balcázar.
El cuerpo del fallecido fue trasladado al puerto de Cabo de Palos en el barco de Salvamento Marítimo, y desde ahí por orden judicial al Instituto de Medicina Lega de Cartagena, para practicarle la autopsia.
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