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Seguridad Laboral investiga los riesgos del calor para la salud de los peones agrícolas

La Consejería de Empleo registra las temperaturas en invernaderos y mide las pulsaciones cardíacas de los trabajadores

Jorge García Badía

Martes, 4 de agosto 2015, 01:07

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Cansancio, mareo y vómitos son algunos de los síntomas previos al fallo multiorgánico que provocan los golpes de calor. En lo que va de verano cinco personas han sufrido este síndrome, de las que tres eran trabajadores -dos de ellos, peones agrícolas- que todavía siguen ingresados en centros hospitalarios. A pesar de que la cifra es la misma que se dio en 2014 y de que la media en los últimos cinco años es de tres golpes de calor anuales, el Instituto de Seguridad y Salud Laboral comenzó el pasado julio a elaborar el primer estudio regional sobre 'Exposición laboral a estrés térmico'.

El consejero de Empleo, Juan Hernández, indicó ayer que se trata de «monitorizar las reacciones de la exposición de los trabajadores a las situaciones más extremas, tanto dentro como fuera de los invernaderos. Se está haciendo un análisis por tipología de las personas, por edad y sexo, para mejorar las condiciones laborales y adoptar medidas preventivas, de forma que haya menos accidentes laborales por estrés térmico». Agricultura, construcción y servicios son los tres sectores más proclives a ese problema de salud, que resulta de sumar la temperatura del organismo, el calor generado al trabajar, la temperatura ambiente y el tipo de ropa.

La Consejería ha comenzado a analizar el sector agrícola, porque entre 2011 y 2015 acapara nueve accidentes laborales por golpes de calor de un total de catorce; otros cuatro ocurrieron en la construcción y uno en el sector servicios. Hasta septiembre, técnicos de prevención visitarán periódicamente las instalaciones de dos empresas del sector agrario, según fuentes de la Consejería, para realizar mediciones de las temperaturas de los invernaderos y analizar las tareas de los trabajadores. También están midiendo la frecuencia cardiaca de hombres y mujeres de diversas edades, para determinar el nivel de riesgo por las temperaturas que se registran en ciertos puestos de trabajo y estimar los consumos metabólicos de cada actividad. En octubre empezarán con el sector agroalimentario.

El consejero subrayó que se persigue «innovar en las medidas y que los riesgos a los que están expuestos los trabajadores lleguen a cero». Lo explicó durante la visita que realizó ayer a la empresa Grupo Lucas de El Raal, en compañía de las consejeras de Sanidad, Encarna Guillén, y de Agricultura y Agua, Adela Martínez-Cachá, con el objetivo de concienciar a empresas y trabajadores sobre las medidas de prevención frente al calor.

Guillén y Martínez-Cachá impartieron una breve charla al personal de esta empresa para enumerarles los síntomas de un golpe de calor, «porque a veces su diagnóstico se demora 48 horas». También les recordaron algunas medidas básicas: «Descansos frecuentes y a la sombra, hidratarse sin esperar a la sensación de sed y llevar ropa ligera».

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