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Hajar Koudad, con sus libros del instituto, durante el pasado curso.
Una activista por la convivencia

Una activista por la convivencia

Una adolescente marroquí de El Palmar gana el Premio Nacional de Juventud. Hajar Koudad emociona al jurado con su compromiso por la integración en el barrio de Los Rosales, donde da clases de apoyo y enseña castellano a otros niños

Fuensanta Carreres

Miércoles, 29 de julio 2015, 00:57

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«Mi objetivo es eliminar el racismo de las pequeñas mentes de los niños de Los Rosales. Son el futuro, y concentrarse en su educación es imprescindible para una sociedad igual y libre de racismo». La limpieza de las convicciones de la adolescente marroquí Hajar Koudad, reconocida con el Premio Nacional de Juventud 2015, se impone por su claridad. Tanto, que su comprometido y honesto discurso han convencido al jurado de estos galardones nacionales con los que el Ministerio de Servicios Sociales distingue el esfuerzo de solo cuatro jóvenes españoles que, por su dedicación e implicación personal, son reconocidos cada año. Emocionada, la joven recibía ayer la noticia en Jerada, un pequeño pueblo de la región marroquí de Oujda, donde pasa las vacaciones con su familia.

El compromiso de Hajar es férreo. Con su barrio, con sus vecinos, con los niños del que fue su colegio, con ella misma, y con la convicción de que «ser diferente debe ser una virtud, y no un defecto. Después de diez años siendo extranjera, cada día doy gracias a Dios por serlo; por haber nacido en un país y haber crecido en uno diferente, por haber tenido la oportunidad de apreciar la diversidad e interculturalidad del barrio de Los Rosales», en El Palmar (Murcia).

La adolescente, voluntaria comprometida con las ONG que trabajan en su barrio, siente un orgullo especial por su trabajo con los niños del colegio público de Los Rosales, a los que ayuda con el castellano. Nueve escolares de apenas siete años, los mismos que ella acababa de cumplir cuando su familia emigró desde el pequeño pueblo de Oujda hasta la Región. «Las clases de apoyo reducían mis horas de estudio, pero el placer que obtenía cada vez que un niño leía bien una palabra era indescriptible», relata la adolescente, brillante alumna de segundo de Bachillerato con la vista y las ilusiones ya puestas en la Universidad de Murcia. De vacaciones en su pueblo, al que retorna cada dos veranos con su familia, Hajar Koudad ha sido distinguida con el premio en la modalidad de Comunicación Intercultural «por su trayectoria a favor de la convivencia en el barrio de Los Rosales» a propuesta de la ONG Columbares, con la que también colabora y ha participado en una campaña de comunicación que busca ofrecer una imagen positiva del barrio que ella valora y quiere.

«Es cierto que Los Rosales no es tranquilo, pero los ruidos que emite son música y armonía intercultural que muy pocas personas pueden apreciar. Mis años en el colegio de Los Rosales fueron decisivos para eliminar todo rastro de racismo y xenofobia que podrían haber existido en mi ser», relata Hajar, quien con apenas 14 años empezó a colaborar con la Asociación Puentes de Encuentro, la Coordinadora de Barrios y Columbares, donde tienen claras las virtudes que han hecho a Hajar Koudad merecedora del premio: «La precocidad de su compromiso con la sociedad de acogida se ha puesto de manifiesto desde su primera infancia como voluntaria, además de su capacidad de actuar desde lo local y su espacio inmediato». La mayor de tres hermanos, Hajar Koudad se ha convertido en un referente para muchos chicos de su barrio, al que ha puesto cara en un vídeo producido por Columbares (puede verse en Youtube, 'Hajar'). El impulso, además de en sus firmes convicciones, lo encuentra en su madre: «Ella me ha animado siempre a hacerlo bien, me ha inculcado grandes ideas», admitía ayer emocionada desde Marruecos, donde ya cuenta los días para regresar a su barrio.

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