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El técnico Emilio López toma la tensión a Josefa en su casa del barrio murciano de San Antolín.
Aire fresco para Josefa

Aire fresco para Josefa

Los ancianos se convierten en prioridad de los servicios sociales en los días más calurosos. Ochocientos mayores reciben la ayuda en Murcia del servicio de teleasistencia para evitar los estragos de las altas temperaturas

C. PÉREZ ZAMORA

Miércoles, 8 de julio 2015, 01:00

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El calor extremo que azota Murcia estos días puede ser una gran amenaza sobre todo para las personas mayores. El riesgo es aún mayor si viven solas. Es el caso de Josefa Rosell Guirao, de 90 años, una de las beneficiarias del servicio de teleasistencia de Murcia, un dispositivo en el que casi 50 personas ayudan a prevenir los efectos de las altas temperaturas en personas de la tercera edad. En total, son 800 los mayores que reciben asistencia de este servicio, que lleva 22 años en activo.

Josefa recibió ayer la visita de Emilio López, técnico en emergencias sanitarias, que lleva ocho años colaborando con este servicio. A pesar de los más de 43 grados, Josefa aseguraba encontrarse «muy bien». Después de tomarle la tensión, Josefa pulsa un botón del pequeño medallón que lleva colgado del cuello: un aparato proporcionado por el servicio que es capaz de contactar directamente vía telefónica con la centralita. A través del teléfono, le hacen preguntas rutinarias para comprobar que no hay ninguna complicación. Después, se le dan algunos consejos para combatir la subida de las temperaturas, como beber mucho líquido -por lo menos un litro y medio-; cerrar puertas y ventanas para que no entre el calor; y evitar salir de casa. Los trabajadores de la centralita recordaron ayer a Josefa que la Región se encontraba en alerta naranja. Además del medallón, Josefa también dispone de un detector de humo en caso de que se produzca un incendio en su casa.

Esta vecina del murciano barrio de San Antolín se beneficia de esta prestación desde el año 2000, y asegura sentirse muy agradecida. «Me tratan de maravilla. Se lo recomiendo a todo el mundo». La directora del servicio, Natividad Díaz, explica que la mayoría de llamadas de emergencia se producen debido a mareos, dificultad para respirar, problemas de tensión o caídas. «No somos un servicio de urgencias, pero actuamos como si lo fuéramos», relata. Díaz destaca la efectividad del dispositivo. «Tanto los servicios que requieren de motocicleta como los de unidad móvil actúan con mucha rapidez. Gracias a eso, hemos logrado reducir el número de llamadas al teléfono de Emergencias». Además, cuenta que «si el usuario lo autoriza, tenemos la custodia de las llaves de su casa, para evitar así la intervención de los bomberos en un caso de emergencia menor». La unidad móvil cuenta con una silla de ruedas, botiquín y herramientas varias, así como con cinturones de transferencia para caídas, otro de los problemas más comunes.

La unidad móvil se encontraba ayer en casa de Ginés Martínez, un vecino de La Ñora de 88 años, que dispone de un dispositivo de movilidad que alerta en caso de que tenga alguna caída. Ginés, que recibe el apoyo del servicio de teleasistencia desde hace 10 años, aseguraba sentirse «muy agradecido y satisfecho» por la ayuda que ha recibido, ya que ha sufrido varias caídas que han requerido de ayuda.

La teleasistencia se puede solicitar a través de los servicios sociales del Ayuntamiento de Murcia. Está especialmente destinada a personas mayores de 80 años con algún tipo de discapacidad y que viven solas.

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