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Juanra Hernández, con uno de sus panes artesanos.
«El pan ha sido  un producto  muy maltratado»

«El pan ha sido un producto muy maltratado»

Juanra Hernández González. Socio fundador del taller de pan La Subirana

JUAN LUIS VIVAS

Jueves, 2 de julio 2015, 02:03

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Pan de calabaza, 'txakinarto' o pan de cerveza y miel son tres de los diez panes artesanales elaborados por otros tantos obradores del país que forman parte del colectivo La Pepa (Pequeños Panaderos Afines). Hasta el 23 de julio, los establecimientos que se han sumado al Circuito de Panes de Autor sirven un pan especial como carta de presentación de otro asociado de La Pepa. En concreto, las panaderías que se han sumado a esta primera acción conjunta se distribuyen por Madrid, Cataluña, Euskadi, Galicia, Valencia, Castilla León, Extremadura y Murcia. La única de la Región se encuentra en Molina de Segura, el taller de pan La Subirana (calle Triunfo, 64), que comenzó su andadura en octubre de 2012. Allí trabajan cinco personas, y como encargado del obrador está Juanra Hernández, uno de los socios fundadores.

Explíquenos más detalles del Circuito de Panes de Autor

Durante diez semanas elaboraremos en las diez panaderías de La Pepa el mismo pan elegido de cada panadería. Así cada semana el pan de una de las panaderías se puede degustar en diez panaderías de distintos puntos del país.

La Subirana aporta al circuito la caracola de mona murciana, ¿qué caracteriza a este producto artesanal?

Es la típica mona murciana, elaborada con muy poca levadura y con mucho tiempo de fermentación, lo que hace que sepa mucho mejor, a la que le hemos añadido naranja confitada por nosotros mismos. Una mezcla espectacular.

¿Qué objetivos comunes persiguen desde La Pepa?

La Pepa es un colectivo de pequeños panaderos con una apreciación similar de la panadería como profesión y el pan como producto. Tenemos dos objetivos principales: apoyarnos como compañeros de un mismo oficio separados por la distancia y que, gracias a las redes, podemos acercarnos y compartir información; y contribuir desde nuestras panaderías a la concienciación de nuestros clientes sobre la importancia de los procesos, la calidad de la materia prima y el papel que juega el artesano para lograr un producto bueno, aromático y saludable.

¿Qué otras acciones conjuntas se han planteado llevar a cabo?

Ahora mismo nos encontramos embarcados en otra aventura apasionante, que es juntarnos en el obrador de uno de los miembros de La Pepa, Jordi Morera, en L'Espiga D'or, en Vilanova i la Geltrú, y elaborar pan juntos, compartir conocimientos,... en definitiva, enriquecernos los unos a los otros en torno al buen pan.

Tan solo hay diez panaderías asociadas al circuito, ¿hay pocos panaderos artesanos en España?

Bueno, el pan es un producto que ha sido muy maltratado, pero cada vez hay más profesionales intentando hacer un buen producto e intentando poner al pan en el sitio que se merece. Hay muchos buenos panaderos en todo el Estado, pero vamos poco a poco, queremos un colectivo que sea operativo y que nos permita montar acciones en poco tiempo; de momento esto sólo lo conseguimos sin ser muchos miembros. No se trata de un aspecto sectario ni elitista, animamos a otros panaderos a que creen sus propios colectivos.

¿El precio puede ser un obstáculo a la hora de crecer como negocio y para concienciar a los clientes?

Creemos que no, intentamos tener unos precios bastante ajustados. Además, un pan de nuestra panadería dura varios días y sacia bastante más que un pan industrial precocido, que dura unas horas y no sabe a nada. Si sacas cuentas, igual te sorprendes y a lo largo de la semana, consumiendo nuestro pan, puede que no gastes más que consumiendo un pan de una gran superficie, que a priori puede parecer más económico. Cada vez es más gente la que se preocupa por los alimentos que consume, y va exigiendo mayor calidad a su panadero.

¿La Subirana vende en toda la Región?

Nuestros grandes núcleos de venta son Molina de Segura y Murcia, pero también llegamos a otros sitios de la Región, como Alcantarilla, Cartagena, Santomera... En cuanto a la clientela, hay diversidad: desde la persona que viene buscando nuestros panes por tener la certificación del Consejo de Agricultura Ecológica de la Región, hasta la vecina del barrio que lo compra porque le gusta y le sienta muy bien.

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