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Pujante posa ante un grafiti, cerca de la sede de IU en Murcia.
«El hecho de que no haya mayoría absoluta ya sería un paso positivo, porque nos obligaría al diálogo, al debate, al acuerdo»

«El hecho de que no haya mayoría absoluta ya sería un paso positivo, porque nos obligaría al diálogo, al debate, al acuerdo»

José Antonio Pujante. Candidato de Ganar la Región de Murcia a la Presidencia de la Comunidad

Julián Mollejo

Viernes, 8 de mayo 2015, 13:32

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Es difícil que José Antonio Pujante (Villefranche Robergue-Francia, 1964) te llame a engaño. Es lo que es, piensa lo que piensa y defiende lo que defiende ya haga sol o caigan chuzos de punta. Se presenta por tercera vez, y última, a las elecciones autonómicas como candidato a la Presidencia, esta vez con Ganar la Región de Murcia, coalición que lidera su partido, IU. Y de las tres, puede que ésta sea la más adversa. La irrupción de Podemos la ha restado apoyos y según la última encuesta del Cemop, publicada por 'La Verdad', obtendría solo un escaño, igual que en 2011. Sin embargo, Pujante huye de promesas electoralistas: «Tenemos claras nuestras propuestas y no las vamos a cambiar para ganar votos. Quien no esté de acuerdo con ellas, ya sabe lo que tiene que hacer, no votarnos».

- A pesar del descontento social, las encuestas no son muy generosas con IU, ¿por qué cree que su partido no se nutre de la indignación?

- Sí que está recogiendo ese descontento, de hecho antes de las elecciones europeas todas las encuestas apuntaban a un crecimiento considerable de IU-Verdes en la Región de Murcia, pero se produjo una fractura electoral en las europeas con la aparición de nuevos protagonistas que también se hacen eco de esa indignación ciudadana. Pero IU sí que tiene un poso importante de ese descontento. En Andalucía constatamos que, a pesar de la bajada, IU hizo una magnífica campaña, se consolidó y mantuvo grupo parlamentario.

- Pero en Andalucía ustedes sufrieron un fuerte retroceso al bajar de 12 a 5 escaños. ¿Es un aviso de lo que puede ocurrir el 24 de mayo?

- En Andalucía las elecciones solo eran autonómicas, las circunstancias eran distintas, había un gobierno de coalición. En Murcia no hemos tenido responsabilidades de gobierno, ahora hay elecciones municipales y las candidaturas locales tienen un tirón muy importante. Por tanto, la situación va a ser distinta.

- En cualquier caso, IU se encuentra en una encrucijada. ¿Se juega su subsistencia en estas elecciones?

- No. La percepción que yo tengo es que va a haber una consolidación de IU, aunque su representación parlamentaria está muy condicionada por la ley electoral. Vamos a conservar nuestro electorado. Es más, algunos que dudaban empiezan a volver al constatar que somos una fuerza política seria, con experiencia, que no es ambigua, que no juega a la estrategia del camaleón e intenta eludir sus posiciones ideológicas. Somos una fuerza que transmite seguridad, frente a otras que juegan a la ambigüedad calculada y cambian sus posiciones según les interese.

Profusión de coaliciones

- ¿No es contraproducente la variedad de coaliciones en las que se han embarcado IU? ¿No confundirá a los votantes que en las autonómicas vayan con un nombre y en las municipales con varios distintos, según los pueblos? Al final, las siglas de IU casi van a desaparecer.

- Eso es aparente más que real. En las papeletas de Ganar la Región de Murcia van a aparecer las siglas de IU con claridad y las de Alternativa Socialista. En esta coalición participan muchos independientes y se nutre de una experiencia que iniciamos hace cuatro años y se denominó Convocatoria por el Cambio, cuya finalidad era incorporar independientes y colectivos y movimientos sociales. Con el trastocamiento del resultado de las europeas, se optó por la denominación de Ganar la Región de Murcia. Pero no va a haber ninguna confusión porque en la cartelería, la publicidad, la propaganda y las propias papeletas, la persona que quiera votar a IU lo va a ver con claridad. En los municipios, y con la salvedad de Murcia, a la espera de ver cómo se concreta Cambiemos, y Santomera, donde hay una coalición ya consolidada, que es Alternativa por Santomera, hay lugares donde nos presentamos con Alternativa Socialista y en otros no. Pero, tanto en un caso como en otro, las siglas de IU van a aparecer con nitidez.

- ¿Cree que aún es posible un acuerdo para integrar a las formaciones que se han desmarcado de Cambiemos Murcia?

- Confío en que sí. De todas formas, gran parte de los independientes han dicho que van a permanecer, y hay un manifiesto a favor de la coalición que incluso lo firman personas relevantes de la dirección de Podemos, como Miguel Ángel Estévez, y otras, como Patricio Hernández o Manuel Tovar. Ha habido unas primarias abiertas y transparentes en las que han participado casi 2.000 personas y, guste más o menos el resultado, lo que procede es respetarlo. Y hay una parte muy significativa de Podemos que pide que se respete ese resultado.

- ¿Existe el riesgo de que IU acabe siendo absorbida por Podemos?

- No. Hay diferencias significativas y tampoco se ha producido un trasvase de militantes, como ha ocurrido de UPyD a Ciudadanos. No solo nos mantenemos, sino que ha habido nuevas incorporaciones de personas. Nos definimos de una forma nítida de izquierdas, somos una fuerza política ecologista, se nos conoce en los pueblos y en la Región, y no jugamos a la ambigüedad calculada y ni a decirle a la gente que no somos ni de izquierdas ni de derechas. Nuestras propuestas y principios no varían, no nos acogemos a la frase de Groucho Marx 'estos son mis principios y si no le gustan tengo otros'...

- ¿Está comparando a Podemos con Groucho Marx?

- No, esa es su conclusión.

- Pero cuando habla de ambigüedad calculada...

- Eso también lo ha hecho el PSOE, que defendió 'OTAN de entrada no' y luego fue que sí, y el PP, que dijo que iba a bajar el IVA y cuando llegó al poder lo subió. Esos son los cambios a los que me refiero. Y Podemos defendió al principio la jubilación a los 60 años y una renta básica universal, independientemente de las circunstancias económicas de cada persona, y ahora dice que eso eran propuestas de máximos, que ya no es lo que defiende. Nosotros tenemos las propuestas claras. Defendemos el transporte público y el ferrocarril convencional, y creemos que el AVE no es una infraestructura rentable. Defendemos una banca pública autonómica y una subida de impuestos a las rentas más altas, y quien no esté de acuerdo con todo eso ya sabe lo que debe hacer, no votarnos. Nosotros no cambiamos nuestras propuestas por votos.

- ¿Qué significa ser de izquierdas hoy en día?

- Ser de izquierdas significa ser profundamente demócrata, apostar por una democracia radical. Perseguimos mayores cotas de democracia, lo que implica el gobierno del pueblo, abrir cauces de participación a la gente. Ser de izquierdas significa defender la libertad, pero también la igualdad, la fraternidad y la solidaridad. Apostar por un modelo de sociedad que luche contra la desigualdades sociales y económicas y contra sus causas. Y eso supone repartir, que los que más ganan y tienen contribuyan más a esa igualdad. Desde esa posición, luchamos contra la injusticia, contra el paro y la pobreza en la Región de Murcia. Por eso, lo primero que haríamos es aprobar y dotar la renta básica de inserción y desarrollar una normativa para que no haya ningún desahucio más y que la gente tenga acceso a una vivienda digna. Impulsaríamos un modelo de desarrollo sostenible que no se base otra vez en el ladrillo, que es lo que quiere hacer el PP con la última ley del suelo.

- ¿Apoyaría una alianza de izquierdas en la Asamblea Regional para quitar el gobierno al PP si la aritmética parlamentaria lo permitiera?

- Todo lo que suponga desalojar al PP con una propuesta de gobierno alternativa que incluya la modificación de la ley electoral, la renta básica, la defensa a ultranza de los servicios públicos básicos y que no ahonde en privatizaciones, sin duda alguna sería factible. Hay líneas rojas, pero creo que son asumibles por otras fuerzas que no sean el PP.

- ¿Ha hablado ya de esa posibilidad con gente del PSOE o Podemos?

- No...

- ¿Ni siquiera informalmente?

- No, porque es tal la volatilidad y la imprevisión electoral que no sabemos lo que puede pasar. Yo me presento para ganar, y tengo un programa y gente para gobernar, otra cosa, obviamente, será lo que decida la ciudadanía. Pero por seriedad, capacidad, preparación, propuestas..., y propuestas serias, no cartas a los Reyes Magos. Nosotros no hacemos propuestas ilusorias para engañar a la gente y que luego se genere frustración...

- ¿A quién se refiere?

- He escuchado al PSOE que iba a crear no se cuántos empleos e invertir 200 millones de euros. Me gustaría saber de dónde sale ese dinero, porque con la capacidad que tiene la Comunidad, el déficit, la deuda y la infrafinanciación que sufre, es bastante difícil hacer propuestas que permitan que la Región resuelva sus problemas por sí sola. Hay que cambiar el sistema de financiación autonómica, y es necesario renegociar las transferencias de sanidad, porque no tenemos dinero suficiente para atenderlas. Hacen falta más recursos y hace falta plantarse ante el Gobierno de España y exigirlos. Y hay que reorientar los recursos hacia la corrección de las desigualdades sociales. No puede ser que digan que no hay dinero para pagar las ayudas a la dependencia y se gasten 200 millones en un aeropuerto sin aviones o en pagar a Florentino Pérez su desaladora. Es una cuestión de prioridades.

- ¿Ve posible en la Región un acuerdo como el que se produjo en Extremadura entre el PP e IU?

- No. Primero, en Extremadura no hubo ningún acuerdo. Lo que hizo IU allí es permitir con su abstención que gobernara la lista más votada. Estoy en contra de lo que hicieron mis compañeros en Extremadura, pero tomaron esa decisión y la militancia es soberana. Con el PP aquí no hay ninguna posibilidad de acuerdo. Lo más saludable para la Región de Murcia es que el PP salga de las instituciones.

- Y en el caso de una posible alianza de izquierdas, usted sería partidario de formar un gobierno tripartito con PSOE y Podemos, o considera preferible que gobierne el más votado de ellos con el apoyo puntual de los otros dos

- Habrá que ver cómo queda la aritmética y después decidir. Un partido que intentara gobernar en solitario no siendo el más votado tendría mucha precariedad, sería muy complicado. En cualquier caso, el hecho de que no haya mayoría absoluta ya es un paso positivo, porque obligaría al diálogo, al debate, al acuerdo, a que todas las leyes se tuvieran que pactar.

- Llegó a la Asamblea Regional en 2007 y lleva dos legislaturas. ¿Cree que la Asamblea está sirviendo durante la crisis para mejorar la situación de los murcianos?

- No ha servido, sin duda. Su invisibilidad es enorme, se ha privilegiado el papel del Ejecutivo, y ahí los medios de comunicación han tenido mucha responsabilidad. El Parlamento ha sido ninguneado...

- Si la actividad parlamentaria no despierta el interés de los medios de comunicación no es por culpa de ellos...

- Es una crítica constructiva. El Parlamento y el partido mayoritario también podían haber hecho mucho más por revitalizar la actividad. Si hubiera querido el PP, cuyos diputados no tienen autonomía ni capacidad de decisión, el Parlamento habría tenido más visibilidad.

- ¿Y qué podía haber hecho el Parlamento durante la crisis en favor de los murcianos?

- Aprobar leyes para corregir las desigualdades sociales. Podía haber aprobado la renta básica de inserción y haberle dado recursos, haber habilitado los comedores escolares durante vacaciones para los niños de familias sin recursos. Se podían haber aprobado medidas para garantizar la lucha contra la pobreza de forma más efectiva, y haber evitado errores gravísimos, como la aprobación del aval que permitió que Aeromur salvara los muebles y que la Comunidad asumiera los 200 millones de la deuda. No hay que olvidar que ahí estaba Sacyr y su presidente entonces, Luis del Rivero, aparece en los papeles de Bárcenas como uno de los benefactores del PP. Se podía haber hecho mucho más. En lugar de eso, se aprobaron medidas peregrinas. Me acuerdo de una moción para apoyar la fiesta de los tambores o la declaración de bien cultural de la fiesta de los toros, propuestas que no tenían nada que ver con los problemas de la gente. Se han aprobado tal cantidad de tonterías en el Parlamento, que esa visión de inutilidad se ha extendido entre la gente.

- ¿Esta es su última legislatura?

- Si porque, estatutariamente, lo máximo son tres mandatos: dos y un tercero extraordinario, que sería este, en el que me sometí a un proceso de primarias abiertas en el que salí elegido candidato a la Presidencia.

- ¿Echa de menos el instituto?

- La verdad es que sí. Muchos se plantean la vuelta como un horror, pero para mí será una bendición, porque la 'panzá' de trabajar que me he dado estos ocho años es tremenda, y será un alivio, no solo por disponer de más tiempo para conciliar la vida laboral y familiar, sino porque a mí me gusta dar clase. Soy profesor de Filosofía y me encanta la Filosofía y dar clase. Volveré con muchas ganas.

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