Siete detenidos por dar 'soplos' en los exámenes del carné de conducir

Agentes de la Policía Nacional han detenido a siete ciudadanos de origen chino y paquistaní por suplantar a las personas convocadas en la Delegación Local de Tráfico de Cartagena para el examen del carné de conducir o por transmitir vía internet las respuestas correctas del cuestionario.

Según informó ayer a través de un comunicado la Comisaría, hasta ahora el principal método utilizado para «copiar» en los exámenes era servirse de personas de similares características físicas para que se presentaran a los distintos exámenes simulando la identidad del solicitante. En este procedimiento, es clave que los suplantadores hayan residido en España durante varios años y conozcan la lengua castellana, además de amplios conocimientos del temario.

En estos casos, dado el alto parecido existente entre ciudadanos de determinadas nacionalidades y orígenes, las usurpaciones no podían ser detectadas a simple vista por los funcionarios encargados de custodiar la correcta realización de la prueba en el área de Tráfico.

En los casos en que existían indicios suficientes de la existencia de usurpadores, la situación era puesta en manos funcionarios especializados de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional. Con la colaboración de miembros de la Jefatura de Tráfico, aquéllos procedían a realizar exhaustivas comprobaciones que, dado los altos grados de similitud física entre el verdadero aspirante y su 'doble', finalizaban con un completo estudio lofoscópico o análisis de huellas dactilares.

Las distintas pruebas realizadas permitían comprobar que las marcas de los dedos de la persona que debía examinarse no se correspondía con aquellas correspondientes a quienes de verdad se presentaban al examen en Tráfico.

Una furgoneta en Gisbert

Ante la imposibilidad de proseguir con el engaño anterior, la tendencia ha cambiado radicalmente. Según explicaron los expertos de la Policía, la alternativa más común es utilizar directamente artificios técnicos y electrónicos para tratar de superar las pruebas.

Los citados elementos, consistentes en todos los casos en emisores y receptores de audio y vídeo, son puestos a disposición de los examinados por grupos organizados. A cambio del alquiler de estos equipos y de ayuda en el examen, estas bandas criminales les cobran diferentes cantidades. El apoyo consiste en el «soplo» de las respuestas correctas a través de un intrauricular o «pinganillo», bien utilizando teléfonos móviles bien sirviéndose de los clásicos dispositivos de transmisión de señal de radio. Para el envío de imágenes del examen, se utilizan microcámaras que simulan ser botones de camisas o bien se emplean directamente las de teléfonos móviles. Los chivatos se sirven, asimismo, de manuales y de acceso a internet para comunicar las soluciones correctas.

Se da la circunstancia que muchos de los examinados, pese a residir en provincias tan distantes como Barcelona o Valencia y ni siquiera hablar español, solicitaban la realización del examen en la Jefatura de Cartagena. Eso llamó la atención de los investigadores.

En la última intervención policial, desarrollada el pasado día 25 de marzo, tras ser sorprendido un ciudadano de origen chino con el «kit» completo y en funcionamiento durante el examen, los funcionarios de Extranjería procedieron a dar batidas por las inmediaciones de la sede de Tráfico de la ciudad, situada en la calle Gisbert.

Gracias a esta movilización, los agentes pudieron localizar escondido en el interior de una furgoneta a otro compatriota, encargado de indicarle las soluciones.

Revelación de secretos

Esta última persona, quien se había desplazado de forma expresa desde Madrid, portaba un receptor de vídeo conectado mediante una memoria USB a un ordenador portátil con conexión a internet. Era en este último equipo donde recibía las imágenes del contenido del examen. El sospechoso utilizaba, asimismo, un emisor de señal de radio tipo «walkie-talkie» para transmitir mensajes que llegaban al examinado a través de un «pinganillo».

Ambas personas fueron detenidas por delitos de falsedad documental y de descubrimiento y revelación de secretos. En las últimas semanas, también han sido arrestados otros cinco ciudadanos extranjeros, principalmente chinos y paquistaníes, por hechos similares.