«La familia y los vecinos están destrozados porque ha muerto una criatura»

«Ha sido un palo muy gordo; todavía siguen 'en shock'». Tal es el estado en el que se encuentran los padres de la bebé que perdió la vida este viernes al precipitarse al vacío desde una ventana, como resumía ayer desde el anonimato un amigo del matrimonio. «La familia está destrozada y los vecinos también porque ha muerto una criatura con siete días de vida». En la plaza de Mahoya, próxima al domicilio donde se produjo la tragedia, el ambiente «se podía cortar» entre los parroquianos. La pedanía abanillera, de poco más de 600 habitantes, estaba enmudecida y rota de dolor.

A unos kilómetros, en el tradicional mercado semanal de Abanilla, los vecinos tampoco daban crédito a lo sucedido y se repetían las muestras de cariño hacia la familia, muy numerosa y conocida en el municipio porque regentan varios negocios, uno de ellos en la hostelería.

El matrimonio no ha podido todavía afrontar el duelo de esta tremenda pérdida, pues ni siquiera habían tenido la oportunidad de velar a la niña. El cuerpo de la pequeña abandonó ayer el Instituto de Medicina legal de Murcia y el funeral se celebrará esta tarde, a las 17.30 horas, en la iglesia de San José de Abanilla.

El Ayuntamiento ha declarado para hoy una jornada de luto oficial.

Según ha podido saber este diario, se sigue barajando la hipótesis del accidente. Desde un primer momento, la familia explicó a la Policía Local y a la Benemérita que la madre de la pequeña estaba tratando de espantar un pájaro que se había colado en una habitación de la casa, con la fatalidad de que lo hizo con la niña en brazos y ésta se le resbaló y cayó por la ventana. Aunque los agentes todavía tratan de aclarar algunos puntos.

La casa, situada en la calle Alto de Mahoya, tiene dos plantas, y no ha trascendido si la bebé cayó hacia la calle o si se precipitó al vacío por la parte de atrás del inmueble, que da a una acequia. Además, la vivienda tiene dos balcones en distintas alturas y varias ventanas, la mayoría con rejas, y el accidente debió de ocurrir en una de las pocas que carecía de esa medida de seguridad.

También tratan de saber en qué planta se produjo el suceso concreta, para determinar la altura de la trágica caída. La familia está especialmente preocupada por la salud emocional de la madre.

Fuentes de la Guardia Civil confirmaron que no ha habido detenciones y que hasta que se aclaren con detalle las circunstancias de la caída, y la forma exacta en que se produjo el accidente, la investigación sigue abierta.

El suceso también ha afectado a los agentes de la Policía Local que intervinieron el pasado viernes y que al regresar al cuartel llegaron a romper a llorar por la impotencia.

El diputado y presidente del PP de Abanilla, Arsenio Pacheco, quiso expresar ayer «el agradecimiento por las muestras de apoyo que está recibiendo la familia por parte de todos los vecinos de Abanilla. El dolor de esta familia es el dolor que estamos sufriendo todos».

El suceso se produjo poco antes de las siete y media de la tarde, cuando el Centro de Coordinación de Emergencias 112 de la Región recibió una llamada del centro de atención continuada de Abanilla, solicitando una UCI móvil porque tenían una bebé en estado muy grave.

La pequeña, que había sido trasladada hasta el centro sanitario por unos familiares, tenía el pulso muy débil y tuvo que ser entubada, tras lo cual fue trasladada con urgencia hasta el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. Poco después de su ingreso falleció en la UCI Pediátrica.

La Guardia Civil abrió una investigación esa misma noche con el fin de esclarecer las circunstancias en que se produjo el suceso. Fue entonces cuando la madre de la niña explicó que se encontraba en casa cuando entró un pájaro y que, al tratar de espantarlo, la pequeña se le resbaló y cayó por la ventana.

Fuentes de la Benemérita confirmaron ayer que la principal hipótesis es que el suceso fue accidental.