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Un cerebro que no se fuga

Un cerebro que no se fuga

Premiado por su antena inteligente que se reorienta y adapta al medio, el investigador cartagenero ha logrado sortear la emigración

GINÉS CONESA

Lunes, 16 de marzo 2015, 13:10

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Una vida entre reajustes. Simplificando mucho, este podría ser el título de la imaginaria novela sobre las experiencias existenciales de Raúl Guzmán, el joven ingeniero que ha desplegado una antena inteligente la cual reajusta su dirección para evitar interferencias y optimizar las comunicaciones, una contribución con aplicaciones prácticas muy latentes, en la navegación aérea por ejemplo, ya que permitiría a los aviones reconfigurar sus antenas en pleno vuelo de forma que sorteen interrupciones y mantengan cobertura en sus líneas con la Tierra. Como tantos otros, Raúl estaba abocado a desarrollar sus conocimientos fuera de España. De hecho, hasta hace dos semanas estaba en Grenoble pero, 'reajustando', pudo suspender su contrato en Francia para volver a su Cartagena natal, donde ahora trabaja como ingeniero y se dispone a 'reajustar' su vida personal para formar su propia familia.

  • ACOTACIONES

  • Licenciado y doctor, con mención europea, en Ingeniería de Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Raúl Guzmán Quirós (Cartagena, 1986) también es máster en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Una beca de la Fundación Séneca le permitió trabajar en un proyecto entre la empresa Digital Home y la UPCT. Paralelamente desarrolló su tesis doctoral en el campo del electromagnetismo, trabajando en el diseño de antenas reconfigurables electrónicamente. Ha realizado estancias externas en la 'Queen's University' de Belfast y, hasta hace dos semanas, ha trabajado en la Universidad de Grenoble INP Esisar, en un proyecto de I+D para la empresa Thales Alenia Space, con sede en Toulouse. Asimismo se ha ocupado en proyectos con CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation) de Sydney, que ha fabricado las antenas que diseñó. Actualmente trabaja en la empresa de ingeniería y consultoría tecnológica Akka Aeroconseil España.

  • Autor y coautor de numerosos trabajos de investigación en diversos congresos y revistas técnicas internacionales, en 2013 recibió el primer premio nacional Jóvenes Investigadores en el congreso organizado por la Unión Científica Internacional de Radio (URSI ) por su trabajo en el campo de las antenas reconfigurables. Tiene novia («por ese lado, todo bien», dice sonriente) y habla inglés.

-Todos somos la suma de nuestras decisiones anteriores ¿te arrepientes de alguna de ellas?

-No.

-Porque tienes claro el objetivo...

-Tampoco. [Ríe] Buscaba trabajar en una empresa, me llamaron de Grenoble, dudé, pero finalmente fui al extranjero hasta que me sale un puesto de trabajo en España, peor remunerado, pero en España... Un poco lo que venía buscando desde que terminé la tesis doctoral.

-O sea que sí tenías claro el objetivo...

-El de ahora sí, pero no sé si dentro de cuatro o cinco años surge una oportunidad de dedicarme por entero a la investigación y...

-Y sigues desarrollando antenas inteligentes y premios....

-Bueno, aunque yo haya sido premiado como primer firmante, no se puede decir que yo he inventado esa antena. Hay un grupo detrás y debo decir que, de lo que yo conozco, aquí, en Murcia, en absoluto tenemos que envidiar nada a otros países. En Murcia hay gente buenísima, muy bien preparada que se la está dejando marchar, sin pena ni gloria que se suele decir.

-Con más pena que gloria habría que afirmar...

-Estamos perdiendo una gran cantidad de activos porque se nos van muchas personas que podrían enriquecer este país, y no me refiero solo a los investigadores sino a cantidad de profesionales. Conozco bastantes colegas que han hecho tesis brillantes y han tenido que emigrar, en principio sin billete de vuelta, para seguir su carrera investigadora y eso, de aquí a veinte años, se va a notar. Cada persona que se va por los Pirineos o cruza el Atlántico está empobreciendo España.

-No puedo estar más de acuerdo, pero hablemos de tu antena.

-Trabajamos en un tipo de antena que radia con mucha potencia en unas determinadas direcciones del espacio, no en todas. Se llaman reconfigurables porque son capaces de redirigirse sin tocarlas. La propia antena se reorienta, sin moverse físicamente, y cambia su haz de dirección para no recibir señales no deseadas. Sin embargo, este trabajo debe considerarse todavía investigación básica y, como tal, aún se deben indagar estudios para solventar otros problemas críticos de cara a su aplicación en sistemas reales.

[Habla muy rápido y, con la sonrisa a punto, los ojos, vivarachos, le bailan detrás de las gafas dando la impresión de que perciben lo que se ve y lo que no. En sus definiciones, las manos se van al espacio, dibujan una parabólica y luego se contraen para empequeñecer el imaginario objeto de su explicación. De la conversación se desprende que el dinero no es el principal de sus valores, que sus discrepancias son firmes, pero respetuosas y que huye de los fundamentalismos: «Creo en Dios pero la fe ciega mueve montañas peligrosas». Como científico pone en cuarentena las hipótesis porque «en ciencia, si no dudas nunca descubrirás la verdad».]

-¿Qué haces cada día para cumplir tus aspiraciones?

-Acometer con cariño lo que me pongan por delante sabiendo que estoy aprendiendo algo. Al final es echarle valor y, cuando vienen mal dadas, pensar que estás aprendiendo.

-O sea que te permites probar, errar y aprender.

-Hombre, la prueba de ello es que me he dejado un trabajo bien remunerado, con posibilidades de futuro que aquí no encuentro ahora, y estoy muy contento.

[Al escucharle, el periodista recordó a José Luis Gómez Tornero (director de la tesis doctoral de Raúl) quien -tres años hace ya- dijo que «la mera idea de influir positivamente en el futuro de jóvenes que puedan llegar tan lejos como alcance su capacidad, ilusión y esfuerzo, me parece el mejor legado». Lo expresó en esta sección que, en cierto modo, es una pasarela sin 'glamour' por la que desfilan hombres y mujeres que, aun no teniendo gran proyección pública, están haciendo cosas interesantes, cosas de provecho que indirectamente nos ejemplifican que Murcia, la región, es mucho más que el jocoso 'Acho, pijo' con el que nos dibujan y nos dibujamos. No son todas las que están, claro, pero las personas que 'circulan' por 'Generación XXI' conforman un hermoso escaparate murciano en el que una pancarta con letras gordas nos dice 'TAMBIÉN SOMOS ASÍ'.]

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