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El consejero de Educación, Perdo Antonio Sánchez. :: v. vicens / AGM
Rajoy quiere cerrar las candidaturas esta semana y Sánchez podría ser designado

Rajoy quiere cerrar las candidaturas esta semana y Sánchez podría ser designado

La lucha interna puede aflojar cuando se nombre al candidato, aunque el auto del magistrado contra Valcárcel volvió a calentar los ánimos ayer

Manuel Buitrago

Jueves, 5 de marzo 2015, 11:38

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Los dirigentes regionales del PP han adquirido cierta habilidad en los dos últimos años para asomarse al vacío pero sin caer por el precipicio. Creen que hay un punto de retorno que se activará a partir de hoy para rebajar el 'soufflé', cerrar filas y guardar los cadáveres en el armario. La toma de posesión de los dos nuevos consejeros, esta mañana en el palacio de San Esteban, le quitará dramatismo a la guerra. Un bálsamo institucional. Mientras, la esperada reunión del Comité Electoral Nacional puede poner fin a semejante espectáculo de 'garristas' contra 'valcarcistas'. En algo coinciden todos: no se puede gestionar peor la crisis. Claro que un bando le echa la culpa al otro.

En el PP daban ayer por hecho que el consejero Pedro Antonio Sánchez puede ser designado esta semana candidato a la presidencia de la Comunidad por el Comité Electoral que preside Alicia Sánchez Camacho. Todos los indicios apuntan en esa dirección, habida cuenta del interés de Mariano Rajoy por cerrar las candidaturas que faltan. Dado el nivel de conflictividad que existe en Madrid y la Comunidad Valenciana, al que se suma la Región de Murcia, en Génova pueden actuar de inmediato para zanjar el desgaste y poner fin a las dudas y peleas. Por la misma razón, la dirección nacional recuerda que existe de margen hasta la primera quincena de abril, después de las elecciones andaluzas, para nombrar a los candidatos.

Las opciones

Sánchez tiene despejado el camino, y Garre no abandona

Sánchez es la única propuesta realizada por la organización murciana, y sobre ella trabaja Génova. Garre también juega sus cartas. El auto del TSJ que manda al juzgado de Lorca la querella del fiscal contra Pedro Antonio Sánchez y otros 20 implicados por las obras del auditorio de Puerto Lumbreras despeja definitivamente el camino para el consejero de Educación. La posibilidad de su candidatura le ha dejado a salvo de la remodelación acometida por Alberto Garre. Si pensaba prescindir de él o cambiar sus competencias, habría dado marcha atrás. El auto judicial también le afecta al presidente en tanto que reduce sus posibilidades de ser el candidato. La carambola a tres bandas se completa con el propio alcance de la remodelación, que por ahora tiene fecha de caducidad hasta mayo.

El presidente manifestó ayer en Onda Cero que no tiene «grandes ganas de ser candidato», pero insitió en que está a disposición del partido. «Es la obligación de todo militante del partido, estás a disposición de él, y si el partido o quien lo dirige decide que tú serás el candidato, tienes que estar dispuesto de serlo». Añadió que estaría encantado de encabezar la lista. «Si no lo soy no pasa nada, lo será otro y será el mejor candidato del PP de la Región de Murcia. Ése es el problema que tienen algunos conmigo, que yo no necesito imperiosamente esto o aquello».

Una de cal y otra de arena

Seis días pegándose y una mañana demoledora

Unos y otros empezaron ayer tarde a aflojar, después de seis días sacudiéndose de lo lindo-camino de la autodestrucción- y de una mañana demoledora en las ondas de radio. Daban una de cal y otra de arena. El portavoz regional del PP, Víctor Manuel Martínez, manifestó que los cambios en el Gobierno «son normales» y aprovechó la ocasión para agradecer su trabajo al consejero de Hacienda saliente, Francisco Martínez Asensio, «por estabilizar la dramática situación» financiera de la Comunidad Autónoma.

Por otro lado, y sin portavoz de por medio, se critica sin recato la remodelación de Garre, más pensada en «una limpieza del adversario». «El malestar es tremendo; en tres meses se está cargando veinte años de trabajo», manifestaron por la mañana. Horas después, cuando salió el auto del magistrado Manuel Abadía pidiendo la imputación de Ramón Luis Valcárcel y su familia, volvieron a tronar los tambores. El decreto de cese de Cerdá seguía sin estar firmado y había dando tiempo al juez y al fiscal a ultimar sus actuaciones en el 'caso Novo Carthago'.

Los partidarios de Garre -que dicen que son más numerosos de lo que se cree- no entienden que el Gobierno regional tenga que perder el decoro y plegarse a una operación judicial ideada para favorecer al expresidente.

«Las mentes retorcidas»

Garre: «Valcárcel no ha hecho nada que traspase la ley»

Garre calificó de «solemne disparate» que haya retrasado el cese efectivo de Cerdá para dar tiempo al magistrado a imputar a su antecesor. Se ha mostrado convencido de que Valcárcel «no ha hecho nada que pueda traspasar la ley, lo conozco perfectamente». «A mí no se me pasa por la cabeza tomar una determinación enorme según los plazos que tenga un juez o un fiscal. Ahora, si hay mentes retorcidas que piensan que eso es posible, es porque ellos son capaces de hacerlo», dijo.

Lo cierto es que Garre no ha firmado el cese de Cerdá hasta hoy, y que Valcárcel ha sido encausado. La gestión de la crisis y de los tiempos por parte del presidente le está granjeando apoyos, y le otorgan puntos para ser candidato autonómico. Es otra evidencia, aunque sus enemigos internos proclamen que no tiene nada que hacer en Génova. Creen que se está haciendo un hueco electoral destrozando al PP, aprovechando que Valcárcel está en una situación de debilidad que reduce las opciones de Sánchez.

El presidente del PP calla

Valcárcel no reacciona desde su despacho en Bruselas

El principal protagonista, Ramón Luis Valcárcel, no ha dado señales visibles desde que se desató la crisis política. Además de eurodiputado, es presidente regional de un partido que sustenta al Ejecutivo. Ha guardado silencio sobre los últimos autos de 'Novo Carthago' y sobre la bronca del partido con el Gobierno de Garre precisamente a cuenta de la investigación que le implica en la causa judicial.

Valcárcel no ha reunido a los órganos del partido para analizar la situación, y dejó en suspenso su agenda preelectoral del pasado fin de semana. No cabe duda de que está siguiendo la crisis a golpe de teléfono, aunque no precisamente con Garre. Uno y otro coinciden al menos en que llevan tiempo sin hablarse. Y a partir de ahora con más motivo. Lo imprescindible. Qué señal más evidente de la guerra interna que la sordera confesada por ambos.

¿Llegará la sangre al río?

El precedente de Collado planea sobre el PP

Si lo exige el guión, habrá otra foto de ambos juntos en la que se profesen su amistad, como ocurrió días atrás en el Foro del Agua del PP. Alguien ordenó ayer basta después de la escabechina. La sombra de la crisis política e institucional que acabó con Carlos Collado en el año 1993 ha vuelto a planear.

El expresidente socialista fue censurado por su partido y su grupo parlamentario -que recogió firmas para echarlo con una moción de censura si aquél no dimitía antes- por un supuesto enriquecimiento en la venta de los terrenos de Casa Grande. Ahora, el aparato regional del PP -y la cuota de afiliados que cada bando estime- le está dando la espalda a Garre, con la causa judicial contra Valcárcel como telón de fondo. Creen que no llegará la sangre al río.

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