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Más de 2.000 parados han pedido ya la ayuda estatal de 426 euros al mes

El Plan Activa incluye un programa intensivo a cargo del SEF para que los desempleados de larga duración vuelvan al mercado laboral

Guillermo Hermida

Lunes, 9 de marzo 2015, 12:38

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El Plan Activa, diseñado para luchar contra la lacra del desempleo de larga duración, ya ha arrancado en la Región. Según los datos de la Consejería de Empleo, el jueves se habían recibido ya más de dos mil solicitudes -en concreto, 2.007- de parados de la Región para integrarse en el programa. La cifra supone ya más de un 20% del total previsto para la duración completa del programa, que se prolongará hasta abril de 2016 y que va dirigido a desempleados de larga duración -al menos 12 meses del último año y medio-, con cargas familiares y que no reciban otro tipo de prestaciones y ayudas.

  • millones de euros están consignados por el Estado para el Programa Activa en la Región.

  • podrían ser los desempleados en la Región que se acogieran a esta iniciativa, según la Comunidad.

  • nuevos orientadores han reforzado la plantilla del SEF durante el último mes.

  • Parados de larga duración

  • Al menos 12 meses en el último año y medio.

  • No tener derecho a prestación o subsidio.

  • Inscrito como demandante de empleo.

  • Al menos desde el 1 de diciembre de 2014, o estar trabajando ese día con un contrato inferior a 90 días de duración. Acreditar un mes de búsqueda activa de empleo.

  • Haber agotado otras prestaciones

  • (Prepara, RAI, Prodi...) hace más de seis meses.

  • O no haber cesado voluntariamente en ellas.

  • Tener cargas familiares.

  • Y no disponer de rentas propias.

Los que accedan a este programa contarán con una ayuda de 426 euros al mes -que pagará el Estado- a cambio de llevar a cabo una búsqueda activa de empleo que -por competencias- coordinará el Servicio de Empleo y Formación (SEF). De hecho, 1.700 de los 2.000 solicitantes ya están desde el martes en lo que alguien definió como «el trabajo más difícil del mundo»: encontrar trabajo.

Lo hacen tutorizados de forma individual por personal del SEF, que está diseñando «para cada parado, con nombre y apellidos, un itinerario y un programa específico de activación para el empleo», explica Alejandro Zamora, máximo responsable del SEF. El martes, cuando se cumplía un mes de la puesta en marcha del Plan Activa y el Servicio de Empleo Público Estatal -el antiguo Inem- certificó la idoneidad de los primeros solicitantes, éstos ya pudieron acudir a las oficinas del SEF para iniciar el programa. «Hemos querido dar prioridad a los solicitantes, incluso sin cita previa, para que el proceso no se demore y afecte al cobro de la ayuda», señala Zamora. Los parados de la Región serán, por tanto, los primeros de España en poder cobrar la ayuda.

Refuerzo en el SEF

La avalancha de trabajo añadido a través del programa no ha pasado desapercibida en las oficinas del SEF, pese a que el consejero, José Gabriel Ruiz, explica que «en el último mes, se ha reforzado la plantilla con 16 nuevos orientadores». Eso sí, parte de la labor ya estaba si no realizada, sí al menos automatizada: «Nosotros ya teníamos en marcha, dentro de la Estrategia de Creación de Empleo, el programa de Garantía Familiar de Empleo, que iba destinado a parados con cargas familiares de más de 45 años», señala el consejero Ruiz. Lo que ha hecho la Comunidad Autónoma ha sido «conjugar este programa con el Activa». El resultado es que los desempleados de la Región acogidos al plan presentarán a los empresarios ya el próximo mes una atractiva oferta a cambio de su contratación.

La primera, a través del Plan Activa, cuya ayuda de 426 euros es la única compatible con un empleo. La ayuda se convierte en un complemento del salario -de al menos cinco meses de duración- en caso de que su beneficiario logre un contrato de empleo y lo mantenga al menos dos años. Por otra parte, y a través de la Garantía Familiar, la Comunidad Autónoma subvenciona con 7.500 euros a la empresa por el mismo tipo de contratación, una cifra que crece hasta los 9.000 euros en el caso de que el beneficiario decida convertirse en autónomo. Ser emprendedor tampoco obligaría a renunciar a los 426 euros, siempre y cuando realice una inversión mínima de 2.500 euros para poner en marcha su negocio o proyecto.

Esta dualidad de la ayuda -que puede convertirse en un incentivo al empresario- no ha levantado suspicacias entre los sindicatos, que fueron los que arrancaron el Plan Activa al Gobierno el pasado verano. Sin embargo, Santiago Navarro, responsable de la gestora de Comisiones Obreras, sí cree que sería mejorable: «Nos gustaría que se extendiera a otros trabajadores en paro, que se eliminaran algunos requisitos y trabas para acceder a las ayudas».

Según datos aportados por Toni Ferrer, secretario de Acción Sindical de UGT, hasta 450.000 personas podrían ser beneficiarias en toda España del programa, que supondrá una inversión total de entre 1.000 y 1.200 millones de euros.

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