La Policía detiene a un catequista por presuntos abusos a una niña de 8 años

La iglesia del barrio murciano de San Andrés se ha visto sacudida en las últimas semanas por un presunto caso de abusos sexuales. Un catequista de la parroquia ha sido detenido por someter presuntamente a tocamientos a una de sus alumnas, una niña de ocho años. Según ha podido saber este diario, el acusado, que se encuentra en libertad con cargos, impartió clases de catequesis a la pequeña durante el pasado año y fue entonces cuando se produjeron los presuntos abusos que ha denunciado ahora la madre de la niña. El párroco de la iglesia, Antonio José Carbonero, apartó inmediatamente al catequista al conocer la denuncia de la familia. Ésta es, por el momento, la única acusación existente contra el catequista.

La noticia de la detención de este seglar pilló ayer por sorpresa al barrio de San Andrés. La mayoría de los vecinos y de los padres del cercano colegio del Buen Pastor -al que acuden muchos de los niños de la zona- no escondían su asombro al enterarse del arresto. «Lo veíamos mucho por aquí hablando con los padres», comenta una de las madres. «Lleva muchos años dando catequesis y nunca le habíamos notado nada raro». Algunos de los vecinos de la zona se mostraron preocupados por los presuntos abusos. Otros prefirieron confiar en la presunción de inocencia del maestro.

Interrogan a otras niñas

El sospechoso, de 44 años, era uno de los ocho catequistas que este año impartían clases en la parroquia, anexa al Museo Salzillo. El único varón. Al parecer, llevaba ya varios años preparando a niños para tomar la Primera Comunión. Su arresto se produjo, según explicaron fuentes policiales, después de que la madre de la supuesta víctima, una niña de ocho años, presentase denuncia en comisaría. Su hija le había relatado, al parecer, algunos tocamientos que el sospechoso le habría hecho supuestamente durante las clases de catecismo.

Tras la denuncia, el Grupo de Menores (Grume) del Cuerpo Nacional de Policía inició una investigación, en el transcurso de la cual tomaron declaración a cinco o seis niñas, alumnas del sospechoso, y al párroco de la iglesia. El pasado 26 de noviembre, los investigadores detuvieron al catequista, que, tras permanecer unas 24 horas en el calabozo, pasó a disposición judicial. El titular de un juzgado de instrucción de Murcia ordenó su libertad con cargos y le impuso, de manera cautelar, una orden de alejamiento que le impide acercarse a la menor.

Según ha podido saber este diario, el sospechoso defiende su inocencia y asegura que todo lo manifestado por la pequeña es falso. Por el momento, ésta es la única denuncia que han presentado contra él. El párroco de la iglesia de San Andrés, que apenas lleva un año en el cargo, ha decidido apartarlo de las clases hasta que se resuelva su caso.