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Los imputados deberían dimitir de inmediato para el 68% de los ciudadanos

Solo el 4% estaría dispuesto a votar a un candidato encausado o que lo hubiera estado con anterioridad

Manuel Buitrago

Lunes, 10 de noviembre 2014, 11:21

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Los ciudadanos tienen una opinión inapelable contra la corrupción y los cargos públicos imputados, con un margen muy bajo de tolerancia. El 88% no votaría a un candidato imputado que vaya en las listas electorales, mientras que el 68,5% cree que deberían de dimitir de inmediato, según los resultados del Barómetro Regional de Otoño realizado para 'La Verdad' por el Centro de Estudios Murcianos de Opinión Pública (Cemop).

El muestreo, realizado en las tres primeras semanas de octubre, no analiza los acontecimientos de los últimos días, con el estallido de la 'Operación Púnica' y el 'caso del Roblecillo' de Caravaca que han provocado las dimisiones de siete altos cargos del Gobierno regional.

Solo el 4% de los encuestados estarían dispuestos a votar a un candidato imputado o que lo hubiera estado con anterioridad; mientras que el 7% opina que actuaría dependiendo del caso investigado por la justicia, por lo que considera que no todas las causas son iguales. El Cemop indica que si se segmentan los resultados en función del recuerdo de voto de las elecciones autonómicas de 2011, de los comicios europeos de este año y de la escala ideológica, se observa que las personas encuestadas afines a la derecha presentan, aunque de forma mínima, una mayor disposición a votar a candidatos encausados. No obstante, el rechazo es claramente unánime en todos los segmentos.

Grado de severidad

Entre las elecciones autonómicas de 2011 y las europeas de este año se aprecia una ligera variación sobre la tolerancia a la hora de votar a un imputado. El rechazo era mayor entre quienes votaron al PP y al PSOE en el año 2011. En los comicios de mayo se atemperó levemente esta negativa, aumentando el porcentaje de aquellos que decidirían en las urnas dependiendo del caso judicial. Esta variación -de escasos puntos- ha sido más alta en el voto socialista que en el popular. Sin embargo, ninguno de los que apoyaron al PSOE votaría a un imputado, frente al 8,8% que respaldó al PP que sí lo haría.

Quienes votaron a Izquierda Unida han endurecido su opinión contra los imputados; mientras que los de Podemos son los menos tolerantes incluso con los casos que puedan suscitar dudas.

Por ideologías, el rechazo es mayoritario en todos los segmentos a partir de un 80%. Va de menor a mayor conforme el espectro se aproxima a la izquierda, donde se roza el 95%. En la derecha, 8 de cada 100 votarían a un imputado; mientras que en la izquierda solo lo haría uno, lo cual es un reflejo de la proliferación de los casos de corrupción entre altos cargos del Partido Popular.

El electorado se muestra firme ante los cargos públicos imputados. Casi siete de cada diez entrevistados opinan que deberían dimitir de manera inmediata; uno de cada diez cree que no tendrían que hacerlo hasta que se inicie el procedimiento de juicio oral; mientras que dos de cada diez consideran que hay que esperar hasta que se produzca una sentencia condenatoria. En este sentido, entre los encuestados que no exigen dimisiones inmediatas prevalece la opinión de que debe terminar el proceso judicial para exigir responsabilidades políticas.

Los votantes de IU en las últimas elecciones autonómicas son los menos permisivos con los implicados en los casos de corrupción, mientras que los que respaldaron al PP y a UPyD mantienen posiciones menos extremas. Entre los primeros, más de la cuarta parte considera que hay que esperar a que se produzca un fallo judicial condenatorio, y los simpatizantes de Unión, Progreso y Democracia son menos drásticos a la hora de reclamar la dimisión en el acto. En este sentido, los encuestados que dieron su apoyo al partido de Rosa Díez se muestran menos severos que los que apoyaron al PP.

Murcia frente a España

Queda reflejada de una forma clara la relación entre la opinión de los entrevistados y su posicionamiento en la escala ideológica, de manera que cuanto más a la izquierda se sitúa el elector, en mayor medida considera que la dimisión debería ser inmediata. El sondeo del Cemop muestra que el diferencial es de 61 puntos, el cual se va reduciendo progresivamente, según se avanza en la escala, hasta los 18 puntos en el extremo de la derecha.

La encuesta también aborda la frecuencia de los escándalos y su gravedad, así como la percepción que se tiene en comparación con el resto de España. Es decir, si la política murciana es más o menos corrupta que la media del país. En el momento en el que se realizó la encuesta estaba en plena efervescencia el escándalo de las 'tarjetas opacas' de Bankia, y el 'caso Barcenas' había puesto al descubierto pagos para remodelar la sede nacional del PP a través de una supuesta 'caja b' del partido. Asimismo, las pesquisas sobre la familia Pujol seguía su curso judicial en Cataluña, al igual que los ERE de Andalucía.

En la Región, los casos 'Umbra' y 'Novo Carthago', los de mayor trascendencia, mantienen en vilo al PP por la imputación de varios de sus dirigentes y las sospechas sobre otros. A unos y otros se han sumado durante los últimos días la 'Operación Púnica' y El Roblecillo de Caravaca, que han quedado fuera del alcance de la opinión de los encuestados.

En este contexto, los resultados del sondeo, que abarcó hasta el pasado día 21, indican que la frecuencia de escándalos de corrupción política es igual a la del resto de España para más de la mitad de los entrevistados. Un tercio considera que son menos frecuentes en Murcia, mientras que el 14% opina que existe una mayor incidencia en Murcia.

La frecuencia

Por edades, los encuestados de 25 a 34 años opinan que los escándalos son más frecuentes en la Región que en el resto de España, una tendencia que se invierte en el caso de los mayores de 65 años.

El nivel educativo también influye en los resultados del sondeo, de tal forma que aquellos electores con mayores estudios y titulaciones tienen una percepción más alta sobre el problema de la corrupción en la Región. Veinte de cada cien universitarios opinan que Murcia está peor. En el otro extremo -quienes tienen estudios primarios, carecen de ellos o solo saben leer y escribir- la percepción de la corrupción local es menor en comparación con la nacional. También son los que piensan que en el resto de España son más frecuentes los escándalos.

Por último, diez de cada cien entrevistados creen que los escándalos de corrupción son más graves en Murcia. Representan una minoría frente al tercio que opina que los casos del resto de España son peores.

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