Indemnizarán a una mujer que estuvo a punto de perder una pierna

La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia ha condenado a una mutua a indemnizar con 75.000 euros a una trabajadora que sufrió graves secuelas en su pierna derecha por no recibir un tratamiento médico adecuado tras un accidente 'in itinere', según informa la Asociación Defensor del Paciente, que ha llevado su caso ante la Justicia.

La demandante, encargada de una panadería, sufrió un accidente de tráfico el 22 de julio de 2007 durante su jornada laboral. Su pierna derecha quedó aplastada contra la pared por el vehículo. Tras ser atendida de urgencias en el hospital Virgen de la Arrixaca, acudió a su muta laboral. Al día siguiente volvió a la consulta con 39 de fiebre y dolor intenso, «sin que en aquel momento se le hiciera una anamnesis, ni reconocimiento, ni exploración del paciente, ni toma de exudados, ni medición de la temperatura, ni tampoco se le prescribieran antibióticos», detalla en su denuncia. En definitiva, «no se le diagnosticó ni trató de la enfermedad de Morel-Lavallé», que era la complicación surgida tras el accidente que le provocaba la fiebre y el dolor. El día 29, la paciente acudió a la clínica La Vega porque los síntomas no remitían. De ahí fue derivada al Mesa del Castillo, donde tuvo que someterse a cuatro intervenciones quirúrgicas con injertos para hacer frente a la necrosis que se había desarrollado. La herida tardó 17 meses en cerrar y quedaron múltiples secuelas, denuncia Ignacio Martínez, abogado del Defensor del Paciente. Finalmente, la trabajadora terminó con la invalidez permanente.

El TSJ destaca que «hubo retraso en el inicio del tratamiento antibiótico y éste debe reputarse como constitutivo de una mala práxis», ya que esa demora fue «una de las causas de que el derrame de Morel-Lavallé que apareció adquiriera la gravedad con que se manifestó, ya que puede ocasionar no solo necrosis en la piel, sino infecciones graves, tal y como ocurrió en este caso».