Reclaman medidas transitorias a la espera de un Plan Hidrológico que tardará años

Al hilo de la renuncia del PP para aprobar el PHN, se cree que éste es el momento más propicio para arrancar un compromiso del Ministerio que abarate el precio del agua desalinizada. Es el objetivo común, que debe conjugarse con los compromisos contraídos con las grandes cadenas de distribución y con los contratos en exclusiva que tienen algunos suministradores de productos hortofrutícolas. Estos pueden verse obligados a pagar un agua desalinizada cara para atender sus pedidos en el caso de que persista la sequía y no dispongan de los recursos hídricos habituales, apuntó ayer un representante del sector agroalimentario. La idea general es que se está presionando al sector para consumir agua desalinizada.

Todos coincidieron en que ayer se dio un paso importante para actuar con una sola voz. Los presidentes de Proexport y Apoexpa, Juan Marín y Joaquín Gómez, consideraron que hay que actuar rápido para resolver la escasez que atenaza al Valle del Guadalentín y que puede extenderse a otras zonas si no se recupera la cabecera del Tajo y se arbitran medidas excepcionales, como los pozos de sequía y la compra de caudales dentro y fuera de la cuenca del Segura, como propugna el Sindicato de Regantes del Trasvase. Proponen soluciones mientras llega el nuevo Plan Hidrológico, que necesitará varios años para materializarse.

Claver también consideró positivo el encuentro, que refrendó las medidas planteadas el día anterior. Isidoro Ruiz, presidente de la Junta de Usuarios Regantes del Segura, opinó que la cuenca tiene que defenderse y actuar de forma unitaria. José García Gómez, dirigente de Agrupación de Conserveros, indicó que se ha puesto la primera piedra para unir todas las aguas de la cuenca.