Regantes, cooperativas y exportadores del Sureste crean un frente por el agua

Dirigentes de los regantes del Trasvase, de los exportadores, cooperativas y organizaciones agrarias de la Región de Murcia, Alicante y Almería conformaron ayer un frente reivindicativo ante el Ministerio de Agricultura para que se arbitren medidas urgentes que cubran las necesidades de agua, ya que el escenario a corto plazo se presente negro debido a la sequía. El Sindicato Central de Regantes del Tajo-Segura hizo de anfitrión en una reunión a la que asistieron los responsables de Proexport, Apoexpa, Fecamur, UPA y Asaja, entre otros. La primera medida consiste en solicitar una reunión a la ministra Isabel García Tejerina. El campo rechaza verse condenado a consumir agua desalinizada a un alto precio.

Como el Comité de Crisis

La 'rebelión' del campo va en aumento conforme pasan los días y crecen los problemas de suministro en algunas zonas, principalmente en el Valle del Guadalentín, a lo cual se suma la incertidumbre por la evolución de las reservas en la cabecera del Tajo. A la reunión de ayer le seguirá otra que tendrá lugar esta mañana en la sede de la patronal Croem, que irá en la misma línea reivindicativa.

La situación lleva camino de que se reedite el Comité de Crisis contra la Sequía que se constituyó en el año 2005 -durante la primera legislatura de Rodríguez Zapatero- que reclamó medidas extraordinarias que fueron atendidas por el Gobierno central con sucesivos decretos. Aquel Comité estuvo integrado por una veintena de entidades de las tres provincias, que centraron también su objetivo en defender el acueducto frente la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha.

El presidente del Sindicato de Regantes del Trasvase, José Manuel Claver, explicó que el grupo constituido ayer propuso una serie de medidas urgentes, como la apertura de los pozos de sequía, la liberalización de los bancos de agua para comprar derechos en otras demarcaciones y la posibilidad de adquirir caudales a la Confederación Hidrográfica del Segura a cargo de las reservas de la cuenca. También hubo unanimidad sobre el uso del agua desalinizada, que debe tener una calidad apta para los cultivos y un precio asequible.

Claver apostilló que no piensan renunciar al Plan Hidrológico Nacional y al nuevo trasvase complementario. «Es lo que nos prometió el Partido Popular. Si no aprueban dicho Plan, y nos ofrecen como alternativa la desalinización, no podemos estar conformes porque el precio es inasumible». Indicó que las actuales tarifas de las desalinizadoras 'se comen' el 90% del rendimiento de las producciones. A juicio del Sindicato de Regantes, el precio no puede ser superior a los 20 céntimos por metro cúbico, y aún así seguiría siendo la tarifa más cara de España. El agua de la cabecera del Tajo se paga a 10 céntimos, mientras que la de las desalinizadora es seis veces más cara. «Si nos condenan a la desalinización España tendría que pagar parte del coste de ese agua», recalcó Claver.

Los regantes de Lorca, que son los que están atravesando una situación más acuciante, han recibido ofertas de la desalinizadora de Escombreras que promueve la Consejería de Agricultura, con una tarifa que alcanza los 50 céntimos a pie de planta, a los que habría que sumar el IVA, el peaje y otros gastos, por lo que el precio final llegaría a los 60 céntimos.