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Ana María Hernández, con su hija Ana Elisea y su hermana.
«Queremos que madre e hijo se sientan como en casa»

«Queremos que madre e hijo se sientan como en casa»

Garantizar que el bebé no se separa de sus padres en ningún momento del proceso es una de las claves de la estrategia del 'parto normal'

J. P. P.

Miércoles, 15 de octubre 2014, 01:58

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Si Ana Elisea hubiese aguantado un poco habría nacido en los nuevos paritorios del maternal de La Arrixaca, pero como no lo hizo, su madre, Ana María Hernández, tuvo que dar a luz en las viejas instalaciones, que quedaron abandonadas horas después. Nació a las ocho menos cuarto de la mañana sana como una rosa, con 3,8 kilos y buscando el calor de su madre. Poco después de las doce, Ana María y Ana Elisea fueron trasladadas a una habitación para ellas solas en la cuarta planta del nuevo maternal. «Esto está mucho mejor, se nota el cambio», resumía Ana María.

Un espacio luminoso, una cuna a estrenar y una bañera en la que lavar a la pequeña y curarle el ombligo tras el corte del cordón umbilical. «Hasta ahora, para las curas y el baño había que sacar al bebé. En las nuevas habitaciones, la madre no tendrá que separarse del niño para nada», explicaba Chitina Martínez, subdirectora de Enfermería de La Arrixaca y responsable del área materno infantil. «Intentamos que la recuperación después del parto sea lo más normalizada posible, como si madre e hijo estuviesen en su casa», añadía. Como ocurre con los paritorios, diseñados para favorecer la intimidad y comodidad, el objetivo es 'desmedicalizar' en lo máximo posible el alumbramiento, favorecer el contacto piel con piel entre la mujer y su hijo (y también entre el padre y el pequeño), y facilitar que desde el primer momento se pueda comenzar con la lactancia materna.

Se trata de un cambio profundo en la concepción de todo el proceso en el que, en realidad, se lleva trabajando muchos años. El proyecto fue impulsado especialmente por Manuel Alcaraz durante sus años al frente de la gerencia del hospital. En 2005 se abrió el primero de los pabellones del Materno Infantil, con una unidad de Neonatología inspirada ya en esta nueva filosofía.

Ana María Hernández, como el resto de pacientes que ayer estrenaron las instalaciones, valoran sobre todo la comodidad. «Las habitaciones están muy bien, pero no me ha dado tiempo a dar a luz en los nuevos paritorios. En los viejos la sala de dilatación era compartida, y he tenido que estar con dos mujeres más. No tienes privacidad. Una de ellas no paraba de gritar y al final me ha puesto nerviosa», confesaba.

De las más grandes de España

La maternidad de La Arrixaca es una de las más grandes de España; se sitúa solo un escalón por debajo de hospitales como La Paz, en Madrid. Su espacio se había quedado pequeño desde hacía años, y las instalaciones eran obsoletas e inadecuadas para la denominada 'estrategia del parto normal' que impulsa la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por la que han luchado especialmente las matronas del hospital, encabezadas por Chitina Martínez.

Murcia, además, ha liderado los índices de natalidad en España gracias, sobre todo, a la llegada de población inmigrante. Todo ello hacía indispensable la construcción de un nuevo materno infantil, un proyecto que sin embargo se ha eternizado y que, de hecho, aún no ha terminado. Ahora se inicia la última fase: la construcción de las plantas de hospitalización pediátrica. Según informó ayer la Consejería de Sanidad, el proyecto ha supuesto hasta ahora una inversión de 52 millones de euros, 17 de ellos destinados en los presupuestos de 2014. El área que se abrió ayer ha costado 13,5 millones.

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