«Me han llegado a pedir 14.000 euros por un palomo»

José Martínez Sánchez, conocido como Pepe 'El Merla', mira atrás a sus 71 años y ve a un empresario de la construcción que se forjó en la emigración desde bien pequeño. Francia primero -en la vendimia- y Alemania después -construyendo carreteras y naves industriales- hicieron de este murciano un hombre con muchas inquietudes. Pero si hay algo por lo que se le conoce en Murcia es por su afición a la colombicultura, donde atesora 65 años de experiencia. Cuenta con uno de los cazaderos de palomos mas imponente de todo el sureste y hasta su casa -donde cuenta con una impresionantes instalaciones para su afición- llega semanalmente gente de toda España en busca del cruce perfecto. -¿Que es la colombicultura para usted?

- Algo que me ha acompañado toda la vida y sin lo que no la entendería. En este deporte formas un binomio inseparable con tus palomos. Me ha regalado los momentos más felices -y también amargos- de la vida. Es algo que hay que vivir: engancha, seduce, y cada vez quieres prosperar, competir y disfrutar más con tus ejemplares.

- Dicen que este mundo absorbe mucho tiempo...

Es verdad, yo que he tenido que estar supervisando trabajos, negociando con los bancos y sobre todo siempre viendo terrenos y cosas para acometer las construcciones, no podía irme a la cama sin ver a mis palomas. Es algo adictivo que gusta y que necesitas. Se lo recomiendo a cualquiera al que le gusten los animales. Los palomos te devuelven lo que tú les das.

¿Es cierto que en la colombicultura se mueve mucho dinero?

Como en todo, se mueve dinero porque el que tiene posibilidades económicas quiere tener los mejores palomos para competir, y va comprando. He visto compras de palomos por encima de los veinte mil euros, y es que aquí la gente que puede quiere lo mejor. Luego está que quieran vender o no, pero en cada concurso siempre se vende alguno.

Algo malo tendrá el asunto...

Como en todas las cosas, están los elementos indeseables que son amigos de lo ajeno. Gente que ha hecho y que hace mucho mal a este deporte. He estado a punto de dejarlo todo porque tú te tiras más de dos años para poner un palomo en condiciones de competir, con todo lo que conlleva de selección y de preparación, y después llega un tipo y te lo echa todo a perder. También le digo que tiene otras cosas, como las amistades que haces, que son inquebrantables.

Dígame lo mejor y lo peor que le haya pasado en este mundo.

Conocí y tuve una gran amistad con un empresario de Benidorm, Manuel Torrubia, uno de los mejores colombaires que ha existido y existirán. Falleció el año pasado y con el compartí cosas muy buenas, incluso las familias somos muy amigos. Lo peor me sucedió hace dos años, acababa de ganar el comarcal de El Llano del Beal con un palomo que se llamaba Santo Grial. Y cuando vine a dejarlo en el palomar, resulta que me siguieron y me lo robaron con otros 46 palomos. Fue un golpe muy duro, y aunque pillamos al culpable, todavía estoy esperando que se haga justicia.

¿Ha llegado a pagar mucho por un palomo?

Hasta 6.000 euros por uno que me gustaba mucho. A mí han llegado a ofrecerme en mano hasta 14.000 euros por el que me robaron. Por eso hay mucha gente que termina dejándolo y es comprensible por estos sinsabores, pero este deporte está muy vivo, no tienes nada más que ver que después del fútbol, la colombicultura es el deporte que mas licencias tiene.

¿Cuando comienza la temporada?

Estamos dejando que espelechen, ahora cambian todas las plumas y se visten nuevos, en noviembre se preparan y ya comenzamos competición de concursos.