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Sondeos realizados en marzo en la estación de El Carmen para comprobar el nivel freático y la estructura del subsuelo. :: nacho garcía / AGM
Unas pantallas mitigarán los ruidos y vibraciones de las obras del AVE

Unas pantallas mitigarán los ruidos y vibraciones de las obras del AVE

El nivel freático se halla a tres metros, aunque Adif no prevé que aflore mucha agua cuando tenga que soterrar las vías a una mayor profundidad

M. BUITRAGO

Martes, 30 de septiembre 2014, 11:20

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La proximidad que existe entre las vías y las viviendas hará que los vecinos tengan que soportar un importante impacto sonoro durante la ejecución de las obras para la entrada del AVE en Murcia. Para mitigar estos efectos se instalarán unas pantallas acústicas temporales en la margen izquierda, que es la que estará más próxima al desvío provisional que se habilitará para que sigan pasando los trenes durante la construcción. La memoria de la primera fase para la integración de la alta velocidad en Murcia señala que dicho desvío acercará el foco de ruido a las viviendas, pero que tendrá carácter temporal. Se considera «una servidumbre de obra».

El estudio informativo al que ha tenido acceso 'La Verdad' indica que la duración prevista de las obras será de siete meses, que sería el tiempo en el que los residentes tengan que soportar estas molestias. Esta incomodidad la sufrirían de igual forma aunque el diseño fuera otro debido al encajonamiento del trazado ferroviario entre los barrios de Santiago el Mayor y San Pío X.

Las medidas de prevención contra el ruido y las vibraciones sobre las viviendas próximas, así como en los colegios de la zona, consistirán en unos paneles acústicos fonoabsorbentes que serán desmontados cuando finalicen las obras. La Consejería de Obras Públicas apunta que el plazo de siete meses hay que tomarlo con prudencia, en previsión de que surjan problemas que alarguen el tiempo de ejecución. De momento, la puesta en servicio del AVE está prevista para finales del año que viene.

Trenes más silenciosos

Los técnicos que han redactado el proyecto realizaron un inventario de edificaciones para calcular los impactos, y subrayan que cuando finalice la primera fase habrá una mejora de los niveles de ruidos actuales por una doble razón: los trenes que circularán en el futuro serán más silenciosos porque llevarán tracción eléctrica, y por otro lado mejorarán las condiciones de la vía porque una parte del tramo -de 530 metros- irá soterrado para eliminar el paso a nivel.

Las aguas subterráneas y la sismicidad son los principales riegos geológicos a los que debe enfrentarse el proyecto. Las catas y los trabajos de campo realizados revelan que el nivel freático se encuentra entre los 3 y los 5,6 metros de profundidad, según la zona de la estación. La memoria señala que los caudales que afloran «son de escasa entidad» y se encuentran en el estrato de materiales arcillosos sobre los que se sitúa la línea de ferrocarril. El nivel del acuífero está a profundidades de entre 22 y 30 metros, por lo que no se verá afectado.

Los problemas pueden presentarse cuando se inicien las excavaciones a cielo abierto para construir las rampas y el tramo soterrado. En este punto, las vías estarán a 8 metros de profundidad. Si el caudal del agua que aflore es superior al previsto, eso encarecerá el coste final de las obras. Llegado el caso habría que reforzar la cimentación y las losas que formarán el cajón del soterramiento. Se estima que, en el peor de los supuestos, el precio por kilómetro puede llegar a los 50 millones de euros. Los técnicos indican, no obstante, que las aguas subterráneas presentan «un grado de agresividad media al hormigón». Los descensos bruscos del nivel freático que se producen en los años de fuerte sequía han originado hundimientos en el terreno, aunque en la actualidad tales niveles se han recuperado.

El proyecto, por otra parte, no contempla expropiaciones permanentes, ya que los terrenos necesarios para las ejecutar las instalaciones son propiedad de Adif. Otro capítulo complejo de las obras consistirá en la reposición de servicios, sobre todo de la red de acequias y azarbes de la zona.

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